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La última tendencia en Inyecciones de colágeno

El colágeno es la proteína más abundante de nuestro cuerpo, aporta resistencia y flexibilidad a los tejidos, es particularmente importante en la protección de músculos y órganos vitales del organismo, está frecuentemente asociado al envejecimiento de dichos órganos al disminuir  su producción con el paso de los años. 
Existen diferentes alternativas para maximizar la absorción de colágeno, bien sea a través de la alimentación, suplementos y las famosas inyecciones. En la medida que vamos avanzando y vemos que el paso del tiempo es implacable, nos sentimos tentados a leer y aplicar todo lo que nos encontramos en las redes, para detener ese temido envejecimiento,  tanto en la estética como en la salud de nuestro cuerpo.
Aun cuando todas estas herramientas son válidas y maravillosas, hoy quiero compartir con ustedes una experiencia de vida, ocurrida hace un año y gracias a esas tertulias mágicas con amigos, te das cuenta que hay cosas en ti que pueden cambiar o transformarse, que quizás tú no notes pero los demás si y te dan la clave para seguir aplicándolas a consciencia.

 Mi viaje a Inglaterra: una inyección de colágeno
Hace un año emprendí la aventura de irme dos meses a Inglaterra con la excusa de estudiar inglés, hecho bastante normal para adolescentes y jóvenes que culminan secundaria y universidad, pero muy diferente o quizás más inusual para mis congéneres (aclaro, tenía 41 años). 
Hay momentos en que tomar decisiones no se hace fácil, sabemos que es lo correcto, decidimos, pero no ejecutamos. En liderazgo,  en charlas de actitud y motivación, lo llamamos "salir de nuestra zona de confort". Vencer los miedos asociados a la edad, dinero, distancia, soledad, me hacía cuesta arriba embarcarme en ese tren, pero gracias a esos ángeles que la vida nos cruza día a día (el mío en ese momento se llamó Mario), recibí el empujón que necesitaba y partí a una pequeña ciudad llamada Bournemouth.
Encontrarse fuera de la pecera hace ver y entender que el mundo es un océano, con todo lo que eso implica, lo bueno, lo malo y sobre todo lo inmenso. Ver la línea del horizonte en un mar que no es el Caribe, pero el sentir unido a esos seres que providencialmente te acompañan, lo hacen igual de cálido. Disfrutar de nuevas amistades tan variopintas como se puedan imaginar, desde los 18 hasta los 32 años y mucho más allá, de América, Europa, Asia. Musulmanes, católicos o no creyentes; comidas completamente diferentes a lo que mi paladar estaba acostumbrado; pero en cada momento viví algo más. 
La oportunidad de disfrutar, "encajar" en una segunda juventud, de unos nuevos veinte; de compartir experiencia, de aconsejar, romper paradigmas y falsas creencias, dejar el miedo y el ego en la maleta y respirar libertad. Libertad de aprender de los más jóvenes, revivir la irreverencia de la juventud y libertad de enseñar, si así se le puede llamar. 
Ha transcurrido  un año de esa experiencia y reitero, de esas tertulias mágicas con un gran amigo surgió la frase ¡Definitivamente esa fue tú inyección de colágeno!, no hay dudas, esa es su mejor definición, algo en mí se había transformado, mis ojos brillaban aún más.
Gracias a esta frase viene este post, el colágeno más allá del que ingerimos en forma de alimento, suplementos dietéticos e inyección, para lograr el efecto deseado debemos equilibrarlo con esas píldoras para el alma que complementan y facilitan su absorción. Los valores, la alegría, la amistad, el amor, forman parte de esa inyección que deberíamos dosificar en nuestra vida.
Comparto con ustedes estas “píldoras” que aprendí y marcaron la diferencia:
  1. Sonríe: José Luis Cortés  expresa que  “el sonreír, es la mejor forma de contribuir a cambiar el mundo”. No se trata de ser el payaso del grupo, pero esto resulta "clave" para relacionarnos y romper barreras.
Reírnos de nosotros mismos, que no te importe el qué dirán. Hay momentos en los cuales esbozar una sonrisa cuesta, las distintas situaciones vividas pintan oscuro el panorama, pero debemos recordar que día a día Dios nos regala un nuevo amanecer, tú decides de qué color pintarlo. Definitivamente al sonreír nos rejuvenecemos, o das la sensación de ser más joven.
  1.  Arriésgate: no dejes de hacer lo que te gusta, lo que te apasiona, por el qué dirán o por los miedos paralizantes. 
¡Se tú mismo!  Gran parte del tiempo se nos va en  mirar hacia los lados, escuchar opiniones, comentarios y, a veces, hasta caemos en el pensamiento crítico y cuestionante; pensar en lo correcto, lo incorrecto, “si esto está bien o no lo está”, entonces, muchas de las cosas que queremos realizar se escapan de nuestras manos, o simplemente se tornan inalcanzables por las barreras que interponemos; el temor al qué dirán, la incompetencia, dejadez y otros aspectos que desvirtúan nuestros propósitos.  
No quiero decir que el riesgo siempre dará resultados positivos, pero precisamente por eso se llama así; asumir hacer cosas nuevas, diferentes, desconocidas, despierta en todos ese temor, esos fantasmas, pero al llevarlos a cabo a pesar de, nos hace ser valientes y que bien le hace a nuestra autoestima, a nuestra valoración como personas, descubrir ese potencial oculto debajo de tantas "mantas oscuras", todo lo cual actuará como un conglomerado de antioxidantes para la salud integral de tu organismo. Si tienes claras tus razones, tienes suficiente información y deseas hacerlo, ¡decídete!
  1. Disfruta: ya asumiste el reto, ya tomaste la maletas, ya te embarcaste en ese barco...Disfrútalo. Deja de mirar hacia atrás, vive el día a día, todos son diferentes. Quizás no te des cuenta y pienses que tienes una rutina diaria, que tu vida no cambia, que todo está exactamente igual, pero cada día es completamente diferente, nada es igual que ayer.
Aprende a disfrutar lo nuevo, lo que te saca de tu zona de confort, regálale una sonrisa al mundo, te aseguro que se lo merece y te lo devolverá con creces. Salimos de casa y está lloviendo, pues aprovecha esa lluvia, báñate en ella, salta en los charcos como “Pepa pig”, ensúciate la ropa, no pasa nada; rompe las reglas, tus esquemas, nada pasará porque se te estropee el secado, date la oportunidad nuevamente de reírte de ti. Cuando finalice el día volverás a la píldora número 1, te aseguro que sonreirás.
  1. Vive y deja vivir: que no quieras hacer algo no es razón para que los que te acompañan no lo hagan; expresa lo que sientes, di lo que te gusta y lo que no, con amor, comparte, conversa, exprésate con los cinco sentidos, deja la pena (vergüenza) en casa, llora, sonríe, grita, guarda silencio, no supongas, no te tomes las cosas a título personal, no critiques y por último, pero no menos importante agradece. Todo esto forma parte de un Plan, para que puedas llevar una vida de calidad, de reconocernos al final del día y sentirnos agradecidos, en paz. 
No somos perfectos, nadie lo es, solo Dios. Hoy  me defino "perfectamente imperfecta", he cometido muchos errores que gracias a ellos  puedo reflexionar y transformarme y mejorar como ser humano, continúo con las puertas abiertas a todo lo que aun necesito aprender y aplicar.
No siempre he sido asertiva, no siempre he tomado los comentarios de otros de la mejor forma, ni los he emitido desde la base del amor; pero hoy me reconozco como una persona capaz de pedir perdón, de perdonar y seguir avanzando, de sonreír, disfrutar, arriesgarme y con ello vivir, inyectándome colágeno diariamente, tomando cápsulas antioxidantes que permiten que nuestra alma rejuvenezca y permanezca limpia.
Agradece a Dios por el Don de la vida.

¡Arriésgate, Sonríe sé Feliz… te lo mereces!
PD: dedicado a mi gran amigo José Maita

El inmigrante venezolano

Hoy en día son muchos los venezolanos que buscamos fuera de nuestras fronteras, lo que consideramos una “vida mejor”. Este post viene por escuchar los comentarios de otros, sus opiniones donde hablan de esa Venezuela a la que antes venían los extranjeros, a la que muchos hoy en día llaman “su país”, los comentarios buenos y malos que se emiten, el hablar de lo difícil que es ser inmigrante, porque de allí en adelante te conviertes en extranjero hasta en tu propio país, como dice Franco De Vita, toda tu vida serás extranjero, con el acento propio de extranjero.
Escuché decir, -¡Se nos hace difícil emigrar y vivir fuera porque somos muy “amigueros”, queremos estar siempre con otras personas y el europeo no es así, el norteamericano no es así, son más fríos!, y así vas escuchando el sin fin de opiniones. Yo recuerdo cuando los profesionales les adjudicaban una beca Gran Mariscal de Ayacucho y se iban a culminar su formación en otras latitudes, para mí eso era lo máximo, tener la oportunidad de vivir otra cultura y aun por las diferentes razones que lleva a una persona a emigrar, a mirar que hay más allá del horizonte, o no solo al que emigra, al que emprende un viaje por estudios, hasta al mochilero, todos van con una mirada en eso que quieren lograr, en ese sueño que quieres alcanzar, ¿es duro?, sí, claro que sí, dejas atrás muchas cosas, afectos, cariños, pero llegó la hora de caminar  sobre el arcoíris y buscar esa colonia de duendecillos con su olla de oro.


Este post es para todos esos que tomaron esa dura decisión, recuerda que tenemos fortalezas que te harán más fácil el camino y a las que yo llamo “fortalezas de ser venezolano”:

  • Ser la puerta de entrada del sur del continente, bañarnos con los rayos del sol que apuntan directamente en la línea del ecuador,  hacen el mar Caribe aún más cálido y esa calidez la llevamos en las venas para derretir el más gélido de los corazones.  
  • Somos alma en las fiestas, nos corre por las venas lo mejor de nuestras fronteras,  nos agrada y bailamos una cumbia, un vallenato o una samba cual colombianos y brasileños y vamos más allá y Juan Luis Guerra nos sube la bilirrubina aunque en el Polo norte se hallen nuestras caderas. Enseñamos a bailar a un español, a un polaco y un eslovaco sin cuestionar que hace falta sangre latina en sus venas; lo disfrutamos, lo vivimos y hacemos ambiente y amigos donde sea.
  • Nos identificamos con todos, si no tenemos un equipo de futbol representándonos en el mundial, igual vamos a celebrar, nos vestimos de albiceleste, canarinha, alemán, ni hablar si tenemos un “pana” (amigo) italiano o español, gritamos a todo pulmón ¡Forza azzurri o a la Roja voy!
  • Así estemos en Suiza el Toronto y un chocolate savoy no tendrá comparación, pero eso no evitará comer y degustar un exquisito chocolate suizo y diremos con orgullo, está hecho de cacao venezolano o brasileño, defendemos y nos enorgullecemos del continente entero cual Simón Bolívar.
  • Te admirarás de la belleza de esas nuevas latitudes, de su orden, de su sistema, de las carreteras sin huecos, de la rapidez en algunos trámites, te adaptarás, te organizarás, tendrás más disciplina  que antes  o empezarás a tenerla, trabajarás duro, quizás muchas de estas nuevas experiencias te desborden, pero recuerda, hay algo que te mantienen en equilibrio y es la idiosincrasia del venezolano que corre por tus venas.
  • Llorarás al escuchar el alma llanera, buscarás comer arepas y se la harás comer a cuanto amigo nuevo hagas, probarás nuevas comidas y también dirás que son muy buenas. Compararás las montañas con el Ávila,  con el pico Bolívar, dirás que el frío es como el páramo merideño, que no hay calor como en Zulia, que no hay playas como las nuestras y que no hay Isla como Margarita, que no hay nada como un pescado frito a la orilla del mar y que sea como sea, aquí siempre encontrarás “panas”. Bailarás gaitas en diciembre, comerás hallacas, tequeños, dulce de lechosa, empanadas, con los ingredientes que encuentres por allá, no te sabrán igual, pero  tú le darás un sabor particular, ese que va más allá del sentido del gusto.

Pero sabes qué, vivirás, te adaptarás y esa añoranza estés donde estés te hará querer más a Venezuela, a valorarla, a verla con otros ojos, a luchar por ella, a querer ser mejor persona, porque así nos verán afuera. Las razones que te hicieron partir las convertirás en fortaleza para luchar, para hacerte un lugar en esa nueva ciudad, los afectos que dejas atrás serán de igual forma un motor que enciende cada mañana la antorcha de tu lucha.
Venezuela como dice Leonardo Padrón está en su “hora menguada”, y es arduo el trabajo que hay que hacer para sacarla hacia adelante, pero para los que están aquí, para los que luchan día a día, para los que desean hacerla un mejor país, para los que viven afuera y son criticados por ello, a ambos grupos nos une el mismo sueño, el de verla convertida en un gran país, no el de la cuarta ni el de la quinta, queremos un país con valores, un país de unión, de respeto, de solidaridad, humildad, AMOR, un país de oportunidades, aquel al que emigraron tantos y sus sueños lograron alcanzar.


Vivirla hoy en día no es fácil, sin embargo al emigrar comprobarás que  olvidarla es imposible. 
No te mengües emigrante, que bastante carga pesada has de llevar y jamás olvides que luchar por tu tierra es posible desde cualquier lugar.

Y ya me voy, adiós, me fui… Las despedidas



Últimamente he tomado consciencia de que he tenido que decir adiós con mucha frecuencia, y en todas sus versiones y modalidades, adiós para siempre, momentáneos, otros con un quizás nos volveremos  a ver, todos y cada uno de ellos dejan una huella en el corazón, y cuando una pequeña rendija se abre allí, nos da la oportunidad de reflexionar sobre ella, ver qué frutos da esa abertura y como cerrarla para que pase a ser una cicatriz.
Si alguien les pregunta ¿Qué sientes cuando te despides? La respuesta será similar a la mía ¡Depende de qué despedida se trate! Por lo general estas llevan mucha carga emotiva y unas serán de alegría y felicidad, como una despedida de solteros (a), una despedida por un viaje de vacaciones, pero otras (la mayoría) denotan mucha melancolía, porque sabemos que pasará mucho tiempo en que nos reencontremos con esas personas que han formado parte de una etapa importante de nuestras vidas, despedidas para siempre con el fallecimiento de un ser querido y esas despedidas que vienen por la ruptura, abrupta o no, de una relación personal o de trabajo. Cada una de estas situaciones, como dije anteriormente deja una huella, una herida abierta que debemos procurar transformar en cicatriz.
Hablo de cicatrices y estas para mí no tienen la definición de algo doloroso o traumático, soy de las que considero que las cicatrices no se ocultan, no se minimizan, porque son el reflejo de las batallas que hemos peleado y de las cuales hemos salido airosos, aun con el dolor que en su momento hayan provocado; una cicatriz bien cerrada indica que alguna vez una herida abierta estuvo allí, pero ya solo es un recuerdo, un recuerdo de un ciclo terminado y del que aprendimos cómo seguir avanzando y transformarnos en mejores seres humanos.
Pensamientos en poemas para no rendirse
Fuente: http://pensamientos.cc/pensamientos-en-poemas-para-no-rendirse/

Las despedidas son cierres de ciclos, nos dejan ver que vivimos una etapa de nuestras vidas, pero que esta ya ha culminado, con o sin nuestro consentimiento o aprobación, porque muchas veces no somos nosotros los que tomamos la decisión de cerrar este ciclo, nos vemos forzados a hacerlo o a aceptar su cierre; pero están allí por alguna razón, sucedieron por algo y  lo importante aquí es descubrir las razones de ello, las oportunidades de crecimiento y sobre todo exprimir el jugo de esa naranja para degustar todo lo que nos haga ser mejor hoy de lo que fuimos ayer.
Mi sobrino Jesús Enrique ha terminado su último año de primaria, ahora empieza una nueva etapa, el liceo, la secundaria, empiezan cambios hasta fisiológicos, ya se empieza a quedar atrás la niñez, pasa a la adolescencia, cambia toda la estructura de estudio a la cual estaba acostumbrado; para todos esto puede ser algo normal, pero evalúen la cantidad de cambios que están presentes allí y los debe manejar un niño de 11 – 12 años, vivirlos y acostumbrarse a ellos; no es fácil, pero no imposible, cuentas con personas a tu alrededor que te van ayudando, que te van guiando  y así se nos presentan cada una de nuestras “despedidas”, aun cuando pensamos que estamos solos, que nadie nos acompaña, en el fondo sabemos que no es así, que hay alguien más, ese ser supremo en el que creemos, nos da las fuerzas para levantarnos y seguir adelante y si no crees en nadie, cree en ti, estás ahí por una razón, has llegado hasta donde estás por alguna razón.
Esa es la vida, crecer, avanzar, transformando, tomando las herramientas que se nos entregaron, tomando las que nos procuramos en el camino, sabiendo que todo empieza y todo se termina y que esto tiene su ventaja, porque tenemos la oportunidad de rectificar y mejorar. Conscientes de que no debemos quedarnos anclados en el ayer, en el pasado, sino fortalecernos con el aprendizaje que este nos ha dejado, quitar los sentimientos de culpa y si los sientes evalúa porqué están allí, pide perdón a quien tengas que pedírselo y sigue avanzando, acepta las disculpas a quien tengas que aceptárselas y sigue avanzando; cierra heridas, transfórmalas en cicatrices y aprende a verlas de otra manera, despídete y que esa despedida te haga mejor cada día.
Me despido con una frase del sacerdote Alberto Linero, ¡Vive el presente consciente del mañana!
María Carolina Rivas S.

¿Te sientes bien en ropa interior?..¿Cómo es?

Reflexionando un poco sobre lo que me ha acontecido recientemente (dos meses) y rememorando un poco más allá, sale a mi encuentro la frase "Paz interior".
Esta expresión se la escribí hace poco a una amiga en un mensaje, indicándole que me sentía muy tranquila y que tenía una paz interior que me hacía sentir feliz; ella me hizo la sugerencia de escribir sobre ello.
Para hacer este escrito me puse a pensar ¿qué me hace sentir asíy qué me había llevado a esa tranquilidad?, de esta forma podría contarles  y hacerles partícipes de mi historia, puesto que esta expresión lleva ya bastante tiempo rodando en los libros, redes sociales y en la mente de muchos.
Hurgando en el baúl de mis recuerdos me conseguí con algo peculiar que hacía hace mucho tiempo. Como empleada en una empresa y resposable de ciertas actividades, muchas veces me levantaba desanimada, algo estresada y preocupada por el día de trabajo y ya empezaba mal el día, lo que me hacía sumar  el problema típico de toda mujer -¿Qué me pongo?, toda la ropa que sacaba de mi armario sentía que me quedaba mal, nada me gustaba y allí descubrí que había algo que me cambiaba por completo; buscaba la ropa interior (literalmente) más bonita que tuviera en mi cajón, que para mi combinara, que fuese perfecta.
Me colocaba esta ropa, me veía al espejo y pensaba ¡Que bella es esta ropa!, no me quejaba de lo que no me gustaba de mi cuerpo, solo admiraba esa bonita ropa; luego me vestía con lo que antes consideraba no me quedaba bien y sonreía y me decía a mi misma -¡Estás loca, quizás hoy por fuera no te "gustes" mucho, pero por dentro vas genial!
Yo contaba esta experiencia a mis amigas y ellas se reían, pero era totalmente cierto, era como una especie de complicidad conmigo que me hacía sonreír, esto pasaba mi swich de off a on, mi estado de ánimo ya era difrente.
Ahora bien, ustedes dirán y ¿qué tiene que ver eso con tu paz interior?, aquí viene la explicación que luego yo le di a esa alegoría... Mi ropa interior.
Mi ropa interior me hacía sentir bien y hoy la analizo como ese "algo" que los demás no ven, pero yo se que llevo conmigo y lo reflejo externamente.
Es ese "algo" que me hace esbozar una sonrisa, me hace sentir cómoda, es solo para mi, conmigo se hace una sola, me da confianza.


Esas mismas características tiene Mi paz interior, está allí dentro de mi, los demás no la ven pero la perciben externamente y hasta se pueden preguntar -¿Por qué sonríe si todo está tan mal?
La paz interior pasa a ser ese equilibrio entre lo interno y lo externo, esa conciencia de confianza de que todo estará bien, todo es superable por muy oscuro que pinte el día. Obviamente hay días de llanto, de dolor, de pensamientos negativos, en los que quizás ya andas en la calle  y no puedes "cambiar" la ropa interior física que llevas puesta, pero si puedes volver a conectar con la que realmente le da la paz a tu ser; para ello te doy mis sugerencias, lo que a mi me ha resultado ahora que entendí lo que iba más allá de mi ropa:

  1. Identificar qué te da paz, qué te hace sentir bien, más allá de lo físico, porque, como dije antes, no siempre te puedes cambiar la ropa. En mi caso particular que profeso la religión católica, me da paz conversar un ratito con Dios, desde mi corazón decirle cómo me siento.
  2. Meditar te brinda ese espacio de tiempo por pequeño que sea, que te regala serenidad y sobre todo te conecta contigo mismo.
  3. Vivir el presente, este paso para mi es el más difícil, vivo el 1 y el 2 y trato de que este sea imprescindible en mi vida; enfocándome en la lección de que el pasado ya pasó, toma de él las experiencias que te puedan servir para mejorar continuamente y el futuro solo considéralo para lo que tengas que hacer ahora que "facilite" este futuro, en caso de tener la oportunidad de vivirlo.
  4. Vivir la pequeñez, este me gusta mucho y trato de apreciarlo, valorarlo cada día. Recuerdo una frase del Evangelio de San Mateo escuchada en la iglesia que cita las palabras de Jesús: «Dejen que los niños vengan a mí, y no se lo impidan, porque el reino de los cielos es de quienes son como ellos.» Esto no quiere decir que nos quedemos siendo niños (aunque es muy importante mantener sano a nuestro niño interior), sino apreciar las pequeñas cosas como hacen ellos, rescatar su inocencia, su pasión, disfrutar, en fin, alegrarnos por lo que tenemos, por lo que somos, permitirnos soñar con los pies en la tierra.
  5. Agradecer, el paso anterior nos lleva a este. Sé agradecido hasta de los estornudos, cada experiencia da la oportunidad de aprendizaje y recuerda que muchas veces tu "basura" es el tesoro de otros.
  6. Mejorar continuamente procurando cambiar hábitos, actitudes y tratar de hacer las cosas mejor cada día. Empieza con pequeños cambios, quizás hasta tender la cama diariamente (si no lo haces) te aseguro te hará sentir mejor cuando vuelvas a casa agotado del trabajo del día y la veas perfectamente ordenada.
  7. Confiar, la confianza es nuestra base, nuestra esperanza de que todo irá mejor. El mejor ejemplo nos lo da la naturaleza..."por muy oscura que sea la noche, llega siempre el amanecer". Yo, repito, deposito mi confianza en Dios y sé que en algún momento mi plegaria será escuchada.
No es fácil, pero tampoco imposible y mucho menos si tenemos voluntad para querer y procurar ser mejores. Ser humanos de calidad.

Dedicado a mi querida Pepa Wellintong


Bajo la sombra de un Araguaney


Estos últimos meses mientras estaba estudiando inglés, una de las actividades asignadas fue escribir sobre la persona que más admirásemos. Para mí fue muy fácil decidir sobre quien escribir y con este título  y escrito hago un reconocimiento a esa persona admirada por mí.

El Araguaney es el árbol nacional de Venezuela, es un hermoso árbol de verdes hojas pero en mayo este cambia a un increíble color amarillo; cada año es igual, florece de una forma majestuosa, maravillosa que no te cansas de admirarlo. Esta metamorfosis o cambio me permite  ver esta semejanza con muchas personas que constantemente se renuevan y dan lo mejor de sí.

El araguaney es capaz de darte su sombra, belleza y esplendor. Su tronco es fuerte y sus hojas y flores para mi, fascinantes. 
Fuente: https://lh6.googleusercontent.com

Yo tengo mi propio Araguaney, cuando  necesito su sombra me siento debajo de él, tomo un respiro y continúo mi camino. Mi araguaney está hecho con la mejor madera, su savia es la mía porque me enseñó todo solo con mirarlo. Viéndolo aprendí que algunas veces es necesario perder todas tus hojas para renovar tu alma.

Puede soportar fuertes vientos, sequías, pero cada año lo verás con nuevas hojas y flores.

Crecí bajo la sombra de mi Araguaney y sé que siempre estará allí para mí. ¿Por qué es tan especial este Araguaney? La respuesta es fácil, es mi modelo a seguir; su raíz ha sido plantada fuertemente, allí está su fortaleza. Cuando me levanto en la mañana, siempre pienso en mi “Araguaney”,  su vida y mi vida.

Mamá tú eres mi “Araguaney”, has tenido una vida muy dura pero tú eres una luchadora, has dado todo de ti, por mí y mis hermanos y hoy te digo Gracias. Muchas veces te vi llorar pero también te he visto levantarte una y otra vez, contra todas las probabilidades.

Mi vida inició contigo, dentro de ti, en tus brazos, ahora es mi momento para ti. Gracias por todo, mis sueños de infancia se han hecho realidad por ti, porque deseo que siempre estés orgullosa de mí.

Podía compararte con los árboles más hermosos y fuertes del mundo, te relacioné con el araguaney porque siempre me ha fascinado su esplendor, porque nos identifica como venezolanos y lo que esta ciudadanía representa. Gracias Dios por escogerte a ti para ser mi madre, gracias Dios por la fe que profesas y me haces vivir.



Eres mi ser humano de calidad, mi amado “Araguaney”.

Feliz día de las madres

Más allá de lo intangible

Hoy quiero compartir un relato  de mi experiencia en un taller de "Pensamiento creativo" que por casualidad removiendo viejas agendas, volvió a tropezarse en mi camino.
Una de las actividades del taller era observar en modo contemplativo—, un objeto dentro del aula o quizás un punto distante a través de la ventana, hacia una dirección particular en la calle. Luego debíamos describir qué idea nos transmitía lo que habíamos visto en ese objeto o situación.
Observé que en el aula habían varios cuadros de paisajes y pensé:  ¡Bingo, esto es lo mío! porque podía describir cómo me sentiría en un lugar así; pero no, nada más lejos de mi realidad; el profesor me asignó observar una planta que estaba en un rincón.
Le dije: ¿Esa planta? y pensé: Dios ¿Qué puedo ver y escribir sobre esa planta?, puesto que no era una descripción, se trataba de ir más allá, de transmitir las ideas o reflexiones que obtuviésemos de lo visto. Pasado mi momento de "shock", decidí concentrarme, observarla a profundidad, detallarla y sentirme ella y este fue el resultado:

  1. Adaptación, nada es perfecto. Su tallo estaba inclinado de un modo que me transmitía que ella tuvo la necesidad de efectuar ese cambio.
  2. Dejar caer las hojas secas...el pasado. Ya esas hojas dieron lo que tenían que dar,  hoy están muertas; agradecer lo que aportaron y nutrirme de lo que dieron en su momento.
  3. Nutrirme del entorno, trabajar en equipo y aceptar la diversidad. Habían dos tipos de plantas en la misma maceta, sus troncos se encontraban, ambas brillaban, y cada una conservaba su identidad.
  4. No ocultar mis heridas, mis cicatrices son evidencia de las batallas que he peleado, son mi aprendizaje. Este mensaje lo transmitían las hojas que no eran perfectas, las que tenían pequeñas aberturas quizás por los roces de las personas, las que empezaban a marchitarse.
  5. No perder mi esencia. Puedo ser de muchas formas o tener muchas maneras de actuar, pero no debo perder mi esencia, siempre conservar mi interior. Sentí esta reflexión al ver que las plantas como nacen mueren, no ven a la de al lado y quieren cambiar su color; se embellecen con el cuido que les demos y tienen sus épocas malas y buenas según la estación, pero siempre son ellas mismas.
  6. Destacar nuestras cualidades, fortalezas. Los retoños  de esta planta, sus hojas nuevas, estaban arriba, no se trata de ser vanidoso sino de saber con qué contamos.
  7. Dar espacio y liberar para lo nuevo, renovarse. De igual forma por los retoños y hojas nuevas que se veían en ella, las hojas que ya vivieron caían al pie de la planta y dieron lugar a las nuevas, ya dieron su aporte.
  8. La belleza, la serenidad, la admiración se puede lograr en el silencio, en la sencillez. No era una planta con hermosas flores, era una planta de hermosas hojas, pero común y hasta cotidiana, solo bastaba contemplarla para sentir lo que ella significaba.
Al concluir la actividad me sentí agradecida de que me hubiesen asignado esa planta y pensé: Cómo pasamos desapercibidas tantas cosas y circunstancias a nuestro alrededor y lo mucho que podemos aprender de ellas, porque en honor a la verdad, esa planta resultó ser una gran libro de auto ayuda y superación.
Los compañeros mientras yo leía cada una de estas reflexiones, decían: ¿Todo eso te lo "dijo" esa planta? y luego ellos mismos asentían y al escuchar la explicación de cada reflexión, estuvieron de acuerdo con ellas y hasta obtenían otras.

Con todo esto solo quiero transmitir lo que yo sentí en ese momento y quizás aprender a valorar lo que tenemos, a admirar los pequeños detalles, a apreciar la sencillez y a tocar más allá de lo intangible.

¿Necesitamos un Psiquiatra?

Actualmente Venezuela está sumergida en una crisis tremenda, dura en todos los sentidos; social y económico. Observamos diariamente como abundan los insultos, el caradurismo, la desfachatez y la inmoralidad; como se juega con las palabras, con el sentir de un país entero haciendo alarde de la manipulación a un grado que nunca deja de sorprender.
Venezuela bendecida en muchos sentidos, incluyendo su ubicación geográfica y sus riquezas naturales, de manera contradictoria hoy está sumergida en esa gran crisis. Hoy quiero usar esta situación como telón de fondo para ver más allá de lo que la falta del papel higiénico o de la harina pan representan, más allá de los cortes de luz, la falta de repuestos y un largo etcétera.
Creo que hoy somos una población digna de estudios por los psiquiatras, en circunstancias como estas, de carencias y abundancia de negativos como la corrupción, violencia e inseguridad, llegamos a ser proclamados como un país de personas felices. ¿Será que para revertir la crisis es mejor hacernos la idea de que vivimos en Narnia?
Hace tiempo leí un libro sobre los campos de concentración donde llevaban a los judíos ("El hombre en busca del sentido" de Viktor Frankl), su autor fue un psiquiatra que estuvo recluido en uno de ellos y vivió  esta pesadilla. Ciertamente él habla de como el individuo se va endureciendo, como la lucha por la supervivencia se hace cada vez más fuerte y yo diría que hasta inhumana, ¿pero quién soy para juzgar cómo te comportas ante una situación como esta?
Fui con mi madre a una de estas colas para comprar papel higiénico y ella estaba en la fila de la tercera edad, en la cual no le vendieron a una mujer con un embarazo de aproximadamente unos 7 meses, porque ella debía hacer su cola "normal", yo que solo estaba acompañando a mi madre, intenté mediar por la chica y me llamó mucho la atención como una señora de mayor edad me dijo   "-¡Es ella o nosotros, si le venden a ella quizás yo no compro!", por más que refuté y abogué, nada fue diferente. Me vine pensando ¿Qué nos está pasando? o es que acaso ¿Siempre hemos sido así pero no nos habían probado?
Estamos sacando lo peor de nosotros mismos, despertando monstruos de 7 cabezas, porque se llega a
Fuente: http://eltiempo.com.ve/
los golpes, insultos y peor hasta a matar en una de estas colas, allí los adeptos al gobierno y la oposición, se olvidan del lema del Socialismo del siglo XXI, "igualdad para todos", ¡No!, "lucha del más fuerte".
Mi mamá me llegó a decir -¡Estamos como lo que se ve de África, donde las personas corren detrás de alguien por un puñado de arroz! No quiero pensar que será así, pero es lo que se observa cuando llega un camión que transporta alimentos a un establecimiento comercial.
Me entristece pensar que estamos perdiendo los valores y que adicional, esa pérdida nos lleva a comportarnos apáticos e indiferentes, a rendir culto a la "viveza criolla" queriendo pensar que es sinónimo de inteligencia, a la corrupción vociferando "A mi que no me den sino que me pongan donde hay".
Fuente: http://rincondeltibet.com/
¿A dónde vamos a parar si seguimos viendo como en derredor se nos va cayendo a pedazos la vida; pero yo me conformo con que los míos y yo estemos relativamente bien? ¿A dónde nos llevará el dejar que otro actúe por mi y yo tenga siempre a quién echar la culpa? ¿A dónde nos llevarán el conformismo y las excusas?
Parecemos condominio privado o casas en una calle cualquiera, donde priva el hecho de que si mi frente o las áreas comunes de mi sector están sucias, es culpa de la Junta de condominio que no barre, o no contrata a alguien para que lo haga, aún cuando yo dejo de pagar mi cuota o lo que pagamos solo alcanza para lo más necesario, o es culpa del alcalde que no pasa nunca por esa calle y la manda a barrer.
Por favor necesito que alguien con  urgencia nos psicoanalice, porque nuestra sociedad cada día está más enferma y sus efectos son contagiosos y no es ejemplo solo de Venezuela, esto ya es pandemia y alcanza los lugares más lejanos y todos los estratos, no se trata de ricos o pobres, se trata de nuestra mediocridad mental.
Necesitamos recuperar esos Seres humanos de calidad, que también los hay y bastante, pero que hoy en día requerimos que sean mayoría.

La aceptación en las relaciones | Inspirulina

La aceptación en las relaciones | Inspirulina



Comparto un post de Agustín Andrade, sobre esas Relaciones armoniosas, como ayudarnos!!

Disfrútenlo

Una reserva natural llamada AMISTAD

Somos seres sociables por eso nuestros recuerdos de amistades siempre nos llevarán a esa época de la infancia y rememorar los juegos de niños, esos compañeros de escuela y liceo; bastará con ver esa cicatriz en nuestra rodilla, barbilla o cejas para que volemos en el tiempo y sonriamos al recordar porqué están ahí.
Hoy les dedico este post a mis amigos, a esos de ayer y de hoy, a los que evocan mis recuerdos de infancia y de juventud, que denotan travesuras, picardías y vivencias. Épocas agridulces del sentir universitario recorriendo pasillos de facultad, desvelos, alegrías y tristezas, pero sobre todo sentir de complicidad. A estas amistades que fueron creciendo como vergel y hoy son un bosque de gran variedad; aquellos que en su momento me brindaron su hombro para llorar, el que guardó los secretos, los que se hicieron amigos de mis padres y hermanos y aun hoy forman parte de mi hogar.
De mi infancia felizmente vivida en mi calle 03 sin igual, el Alto de los Godos de Maturín dio origen a florecillas que mi corazón siempre recordará, allí no tenía conciencia de ser “jardinera” sino una flor más, que junto a Mariela, Pachi, Gerardo, Nelson Julio, Nené, Cheo, Chelique, Ana  Karina, Anaika, Chúo, Yatci, Daniel, Laura y por supuesto mi querida hermana Roraima como mariposas silvestres revoloteábamos sin parar. Mis queridos primos Mariela, Marbys, Marbelis, Julio, Carlos, Jean y Gabo  fueron siempre el complemento perfecto de este lugar singular. Calle 03 Infancia
Rosangel, Roca, Arquímedes, Rosalba e Ysaccis fueron hermosas flores que en mis inicios de liceísta llenaron de colores mi nueva plantación haciendo así más agradable mi formación.
Los amigos de mis hermanos también se hicieron presentes porque conformamos una familia más, de manera especial mi mente evoca los mejores momentos donde los cocoteros y uveros eran las plantas favoritas de ese lugar y la familia Loroño Gonzalez siempre fue ese paraíso donde daba gusto regresar.
Creciendo fue necesario nuevos horizontes vislumbrar, sin embargo esto representó otra tierra para cultivar, llegaron Rosanny, María, Carlos, Anais y Miriam que más que amiga fue madre y con cuatro hermanos más mi jardín quiso adornar. Francys, Luisa, Llanely, Ricardo, Wilmer allanaron el camino colegial.
Gloria y Yamilet crecieron de tal forma que hasta hoy representan ceibas o samanes de esas que crecen poderosas  permaneciendo en el tiempo y cada vez se aprecian más.
Si observo mi paisaje, mi derredor, mi bosque de amigos está cada día más florido, nutrido y cargado de diversidad. Cada cual es diferente pero juntos exudamos libertad, libertad de contarnos sueños alcanzados o los pendientes por lograr, libertad para contarnos lo que una vez nos hizo reír, llorar y soñar. A este lugar especial lo  llamo "la Casa Más Alta" y allí disfruto ver su variedad, donde cada árbol y cada flor tiene un nombre que hoy quiero destacar, se llaman Tamara, Katty, Víctor, Esther, Sarita, Crisálida, Juan D y mi especial Mario que en vivencias de esa época siempre destacará. Silverio y Mirelis cada día más presentes, recuerdan que la amistad es algo más.
Siempre amante de las variedades quise incorporar muchas más a este hermoso jardín que me regaló la universidad, por eso siempre están, Norma que se ha transformado en esa planta cuya raíz nunca puedes arrancar, Elsa, Luzmary, Nella, Fina, Carmen Alicia y hasta hay un árbol que se apellida Cazar. 
Existen varios Jorges cada uno más especial, Romi, César, Terángel que aun en la distancia se hacen notar. Cada José sigue presente, aunque mi querido José Maita merece una mención especial, bordeados de Adelvis, Alexandra, Manuel, Rodolfo, César, Rossana, Susana, Jenny, Yurika, Mariann y las Rositas que no pueden faltar.
GruposHay un lugar especial de ese bosque donde  brilla la perpetuidad, donde literalmente crecen las más hermosas flores para que mi mente jamás los pueda olvidar, allí se conservan intactos Estelio, Narkys, Rossana y María Eugenia no los quiso hacer esperar más.
Los caminos de la vida por diferentes etapas me han llevado a andar, como dice el poeta “Caminante no hay camino, se hace camino al andar”, en mi camino sigo plantando semillas de amistad y en los fueros del trabajo también pude cosechar, se dice que no es terreno fértil para lograr cultivar sin embargo allí nacieron Dálida, Nivia, Ingrid y Paco que más que amistad nos une una gran hermandad, con el paso del tiempo florecieron Alejandro, Audy, Kathy, Yurbelis, Elis, Acosta y Renal, Pablo, Arturo, Elizabeth, Lea, Ema, Miguel (Michael), Marlin y Ana cuyo aroma delicado hace apacible mi andar. De igual forma con otros tantos, ese jardín pude admirar.
Francys creció y con ella llegó Alicia poniendo el equilibrio con su contemporaneidad, Belkita y Belis jamás se harán olvidar. En este mismo ambiente creció un jardín particular con siglas de importancia (VIP) me  honraron con su especialidad, Daniela, Wilmer, José y Yuruari hicieron con su armonía un regalo sin igual, donde la brisa serena, el sol y la arena, una línea de horizonte me hicieron contemplar. En este mismo grupo Anais y Jean lo complementan desde hace mucho tiempo atrás, donde se evidencia que no hace falta la sangre para sentirse hermanos de verdad.
La vida te da “familia” disfrazados de amistad y son como ángeles en la tierra que de ti siempre cuidarán, así siempre están presentes Mercedes y Aixa, que junto a mi madre demostraron que no hay edades que puedan distanciar, cuando un maravilloso paseo estés dispuesto a dar, y ni que hablar de Josefina y Don Pedro que los brazos de su familia nos abrieron de par en par.
Los estudios y formaciones también te permiten sembrar y contemplar en la distancia lo que la naturaleza es capaz de dar, José Antonio Molina y Neudis son ejemplos sin igual, mis compañeros de la UCAB, donde mi querido profesor Jorge Oyaga expide un aroma sin igual,   Juveth, Edgar, Daccy imposibles dejar de admirar y con ellos todo mi grupo de conferencistas, su presencia día a día permite sentirse agradecido de la tierra fértil, que espera la mejor de las semillas para hacerlas germinar.
Me siento orgullosa de ser digna de cultivar y admirar cada uno de estos jardines que la vida me quiso obsequiar. Recientemente una nueva primavera ha llegado a mi vida impregnándola de diversidad, colores, aromas y luz, germinada en el más hermoso de los otoños ingleses, plantada con las sonrisas ingenuas y armoniosas que te hace dar la soledad, regada con el agua pura del cariño y sinceridad para verla retoñar.
Otoño inolvidable con apariencia de primavera, tus hojas en el césped, tu lluvia y brisa serena, inundarán siempre mi alma y le recordarán que en distintos lugares del planeta crecen las más espectaculares flores que se tejen como enredadera, Anaid, Victoria, Patricia, Rebeca, Askin y Orjowan tienen apariencia de rosas y tulipanes, aroma de jazmín y alegría de juventud, con ellas crecen abetos y eucaliptos de nombres Ghaytan, Faisal, Nick,Yahya, Alí, José, únicos en su especie y una vez plantados allí será imposible su aroma olvidar.
En el viejo continente nuevas semillas frutos en abundancia dan y  mi paladar se embelesa al poderlos disfrutar, allí están Carla y su madre, Odila, el inolvidable José Antonio, María y Peter que hacen siempre querer regresar. 
Todas estas plantas con su nombre particular tienen en mi corazón un lugar especial, sus raíces son  tan profundas que no hay tiempo ni distancia que las pueda marchitar. Hacen sentir mi corazón como un rompecabezas donde si falta una pieza, nunca se sentirá igual.
Le pido a Dios que siempre nos regale el tiempo de regar, quitar la maleza y abonar, admirar sus aromas  y contemplar su inmensidad.
Gracias por hacerme jardinera, guardabosque y flor de esta mi reserva natural, que me permite recargar energías sólo con recordar y a los que aún están presentes, no consintamos que el día a día implante la sequía en tan hermoso lugar.

¡No te molestes es solo una crítica constructiva!..¿Héroes o víctimas?

Me ha tocado vivir esta frase en ambos sentidos, es decir, la dije y me la han dicho y como todo en las relaciones humanas, el efecto de esta  dependerá del lenguaje (corporal y verbal) de quien la emite y del estado de ánimo o madurez emocional de quien la recibe. Gracias a nuestro ego muchas veces esta frase puede venir de una excelente persona (en todos los sentidos) y sin embargo nos “cae mal”. Recordemos que la crítica identifica la opinión, examen o juicio que se formula en relación a una situación, servicio, propuesta, persona u objeto y que puede generar un resultado positivo o negativo.
En este proceso continuo de aprendizaje y crecimiento he ido tomando consciencia  para ver un poco más allá y detenerme a pensar en quien emite el juicio de opinión sobre algo o alguien y por supuesto en las actitudes de quienes la reciben.
Me he dado cuenta que cuando se tiene esa madurez emocional que destaqué al principio, las críticas se reciben  más fácilmente, porque estamos en la capacidad de aceptar y ver realmente aquello que nos indican se puede mejorar, somos capaces de ver la objetividad de la otra persona o sabemos de antemano si el emisor de dicha crítica es de esas personas “tóxicas” que tiene la propiedad de criticar toooodo  (y me permiten este error para expresar exactamente como lo estoy pensando) lo que ve, sin embargo eso no nos afecta. Cuando tenemos este grado de consciencia y madurez damos gracias por dichas críticas y empezamos la transformación.
Pero, como siempre hay un pero, no dejo de sorprenderme observando cuántas veces “criticamos” por no dejar y como la mayoría de las veces las críticas son más destructivas que constructivas, como decimos los orientales, “porque si”, no hay razones, sólo “porque si”, porque así lo veo, porque es así. Lo observo constantemente entre compañeros de trabajo, amistades y hasta en esas conversaciones de las que somos testigos silentes.
Por una de estas conversaciones intenté reflexionar en los elementos comunes que veía de las críticas generalmente “destructivas”, de esas que no se le dicen directamente a la persona, sino que van en tono de chisme, las que se corren por pasillos y para mis adentros pienso -¡Espero que la persona sobre la cual están hablando, nunca se enteré de esto!, aunque de seguro se hace más daño quien emite el juicio y quien lo comparte, que la persona aludida.
Fuente: https://www.pinterest.com
Fuente: https://www.pinterest.com
Entre esos elementos comunes considero que están presentes estas características:
  • Los portavoces de la crítica aunque no lo crean o consideren así, por lo general tienen muchas carencias, bien sea afectivas o materiales y necesitan llenar sus “vacíos” a través de “mal poner” a otros.
  • Nada las hace felices, siempre tienen una razón para criticar, para molestarse, para no gustarle lo que ven, leen, escuchan, sienten; lamentablemente se pierden la oportunidad de agradecer, de ver lo positivo.
  • Viven sus vidas a través de las vidas de otros. Están pendientes de que hizo “mal” fulano o perencejo, para ir a comentárselo a otra persona y congraciarse con ella o simplemente sentir que son héroes o heroínas que están salvando al mundo.
  • Generalmente su círculo de “amistades” son de igual condición. Coloco amistades en comillas, porque las personas con estas características por lo general tienen pocos amigos verdaderos y dentro de este círculo, más tarde o más temprano terminan enemistándose.
  • Se alteran considerablemente cuando se emite un juicio de valor negativo en referencia a su persona, porque simplemente en su condición de “amantes de la crítica” hacia otro, se sienten con la facultad de hacerlo porque se consideran perfectos (a).
  • Lamentablemente viven de primera mano, quizás sin saberlo o admitirlo, los términos envidia y egoísmo. Jamás se definirán como tales, pero muchas de sus acciones así lo denotan.
  • Tienen la propiedad de cruzarse en su camino con personas de espíritus débiles, con carencias como cité antes y crean un círculo vicioso cargando de energías negativas a estas personas.
La definición perfecta para estas personas que van por la vida “alimentándose” con la crítica destructiva, la da  Bernardo Stamateas en su libro “Gente tóxica”, definiéndolas dentro de este grupo, bajo distintas modalidades como “los meteculpas, el envidioso, el descalificador, el falso, el mediocre, el chismoso, entre otros.”
No quiero terminar el post solo con la clasificación de estas características negativas, permítanme humildemente citar algunas reflexiones propias y de otros autores que nos permitan salir de este “vicio” y /o no caer en él.
  • Dios nos ha obsequiado ser únicos, no perdamos la oportunidad de ser auténticos, de vivir nuestra propia vida y no a través de otros, permitirnos caer, cometer errores, levantarnos sacudir las rodillas, aprender y seguir avanzando; de eso se trata.
  • Regalémosle una sonrisa al mundo y a nosotros, es un bien invaluable; haz la prueba no lo lamentarás.
  • Está bien que nos consideremos hijos de Dios y estar convencidos de que estamos hechos a su imagen y semejanza, pero dejémosle el juicio final a él; no nos volvamos fariseos y crucifiquemos a otros con o sin razón.
  • En el libro de Stamateas hay una cita que me encanta y dice “Vida, no te debo nada, no me debes nada, las cuentas están saldadas. Crea tu propia vida, que yo me encargo de la mía.”
  • En el mundo de la “Gente tóxica” el crítico es más víctima que victimario, puesto que se pierde la oportunidad de apreciar el sentido de la vida; transfórmate, se el héroe de tu propia vida, vive, construye, no destruyas.
Saludos a todos,
María Carolina Rivas

LA MARIPOSA AZUL (Basada en un hecho real)

Esta película me permite ver nuevamente la razón de ser mi blog, el entender que todos somos un milagro de vida, un ser humano excepcional, un ser humano de calidad.
Dedicado a todos los que creemos que los milagros existen, a los que viven día a día, a los que descubren esa "mariposa azul y desvelan los misterios de la vida simplemente observándola"...si tenemos paciencia, si estamos quietos, si tenemos esperanza... Cuando entendemos que "la magia está en todas las cosas vivas que nos rodean". 
Con la tecnología de Blogger.