En un medio poco
convencional (una auditoría del sistema de gestión de la calidad) se dio una
conversación sobre esas situaciones que nos acontecen y nos hacen mover la
tierra, al estilo de lo plasmado en mi cable a tierra. Me llamó mucho la atención y reforzó mis
pensamientos y creencias sobre aprender y crecer aún en las adversidades. Todo
a nuestro alrededor nos da ejemplos diariamente de historias grandiosas de
superación, cambios o transformaciones, hacia un existir con calidad de vida.
Hoy comparto una
historia de un ser humano de calidad que me alienta con sus acciones y le da
sentido a lo que trato de transmitir en este blog. #ProyectoLuz surge bajo la
creación de María Alejandra, ser grandioso que demuestra la esencia de un ser
humano de calidad, quien en una fecha del año donde todos estamos enfocados en
la celebración, en promesas de ser mejores en todos los sentidos, en sueños
dibujados en las nubes con la fe de que sean materializados en el nuevo año, le
sucede un acontecimiento doloroso que marcó un antes y después de en su vida.
Regalo para Luz |
Un 31 de Diciembre
María Alejandra pierde producto de un ataque al corazón, a su prima Luz, quien
tan solo contaba con 35 años de edad. Un día donde el cielo está invadido de fuegos artificiales, iluminado de celebración y esperanza, en ese mismo instante otros corazones se sumían en una tristeza profunda que no daba paso a esa luz. Una situación como esta nos hace
replantearnos la vida, reconsiderar lo que hemos estado haciendo hasta ahora y
sobre todo nos hace ver la fragilidad de lo que tenemos y somos.
Este acontecimiento
da lugar a Proyecto Luz, no solo en honor a su nombre, significa luz para su
vida; es decir, replantear su manera de vivir hasta ahora, de disfrutar, de
diferenciar cantidad de calidad; de valorar el tiempo y las acciones que de
verdad la llenan. Luz que no quedó allí
sino que ha traspasado fronteras geográficas, a través del testimonio verbal y físico. Luz que se irradia, que representa
una nueva forma de vivir, de asumir la vida. Luz que nos inunda y nos dice “La vida es una sola”, disfrútala,
vívela.
Luz que bien sea en
forma de mejorar tu estilo de vida a través de una alimentación (como yo lo
llamo aprender a comer); Luz para salir del sedentarismo y descubrir que el
ejercicio está más allá de la moda, del mundo fitness, que es un universo
maravilloso que a pesar del agotamiento físico, nos revitaliza y recorre
nuestras venas llenándonos de aire nuevo.
Luz para aprender a
dar sin restricciones y recibir como regalo de agradecimiento una sonrisa
pintada en nuestro rostro; una Luz que poco a poco nos llena interiormente y la
exudamos, una luz que nos permite exteriorizarla y con ella se evidencia
nuestra calidad de vida. Transmitimos que vivimos en la luz, que somos seres de
fe, creyentes y agradecidos del don de la vida.
Las razones por las
cuales iniciar un proceso de cambio o desarrollo no tienen por qué ser
dolorosas o traumáticas, sin embargo queda claro que cualquier circunstancia puede
generar un beneficio inmenso si enfocamos nuestra mejor actitud a aprender de
ello, a caminar por un nuevo estilo de vida con disciplina, constancia,
compromiso, con el firme propósito de Vivir a plenitud, disfrutando cada
detalle, cada amanecer, cada gota de rocío o torrencial aguacero, cada comida,
cada sonrisa, cada amistad, cada amor. De eso se trata #Proyecto Luz.
María Alejandra y familia |
A través de este escrito hago honor a esa persona maravillosa que ha emprendido #ProyectoLuz y ha compaginado sus labores personales y profesionales haciendo de esto un modo de vivir, no un sacrificio; se ha convertido en una nueva forma de afrontar la vida. Vale la pena citar a Oscar Wilde con su frase “A veces podemos pasarnos años sin vivir en absoluto, y de pronto toda nuestra vida se concentra en un solo instante”.
Instante de luz,
instante de despertar de nuestro letargo, instante para cambiar, que no
significa modificar una forma de ser, significa desarrollo. La vida es frágil,
cambia en un instante pero la decisión está en nuestras manos. Nuestro cuerpo,
mente y alma nos agradecerán el mantenerlos en armonía, el llenarlos de ¡Luz!
Al igual que María
Alejandra inspiremos, aún sin proponérnoslo, disfrutemos, compartamos,
admiremos, atesoremos el más pequeño detalle, en resumen, encontrémosle el
Sentido a la Vida. No reprimamos las emociones, gritémosla a los cuatro
vientos, compártelas, tradúcelas en palabras, en obras, en proyectos, en
acción.
Hazte un propósito,
persigue un sueño alcanzable, disfruta el recorrido y saborea el llegar a esa
meta; por muy pequeña que sea; al lograrla inundarás tu alma de luz durante ese
instante y muchos más.