Haciendo de la Calidad
nuestra filosofía de vida.

Visit us at

304 Elephanta Isle, Paris
10092, France

Message us

hello@beautiful.com (205) 544-6558
Gatsby
Photoshop
React
Firebase

Amor es…

En los años 80 se produjo un ¡boom! entre la mayoría de las niñas y adolescentes de la época, con la publicación del álbum de cromos titul...

Buscar en este blog

Etiquetas

Conferencias
- Calidad de vida
- ¿Tu forma de comunicar te define?
- La actitud la verdadera herramienta de gestión
Formaciones empresariales
- Diseño de indicadores de gestión a través del Balanced Scorecard
- Diseño e implementación de un sistema de gestión de la calidad bajo la norma ISO 9001
- Mapas de procesos
- Plan de mejora continua
- Acciones correctivas
Cursos
- Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva
- ¡Despierta el líder que hay en ti!
- Las 5 S'. (Orden y método para alcanzar objetivos)
- La Calidad en el trabajo administrativo
Coaching
- Fobias
- Crea y logra tus objetivos
- Identificación y reprogramación de creencias limitantes

Formulario de contacto

Name

Correo electrónico

Mensaje

Video

Navidad y Año nuevo.......recuerdos y propósitos

Navidad  para la mayoría es una época de compartir y evocar recuerdos. Mis recuerdos de navidad son muchos y variados. De niña en Maturín, viene a mi memoria mi mamá y la señora María preparar las hallacas; a Rora y a mi no nos dejaban hacer nada, salvo colocar las pasitas (uvas pasas) para adornar y siempre nos las comíamos. Alex ayudaba a "tender" la masa, esto por ser la mayor.

Fuente: http//www.cableatierra.com
El día de noche buena (24 de diciembre) era para nosotros el día de celebración; era maravilloso, jugábamos, vestíamos ropa nueva y dormíamos temprano para esperar al Niño Jesús. No había abundancia de regalos, recibíamos solo uno y si eramos muy afortunados, me incluyo, un regalo especial de parte de nuestros padrinos.

Recuerdo que teníamos vecinos muy animados que armaban un parrandón y a las 12 a.m. tocaban las puertas de las casas, anunciando el nacimiento del niño y seguían las parrandas de casa en casa.
El 25 de diciembre era el día de visitar a los abuelos tanto en Caicara de Maturín como en Aguasay (poblaciones del Estado Monagas), allá llegábamos con nuestros regalos del niño Jesús.

Con el paso de los años hemos ido cambiando las tradiciones, ahora abundan los regalos, los compartimos todos los miembros de la familia, el pie del árbol de navidad está todo cubierto de obsequios. Los días previos a la navidad son una locura, por las cosas que faltan por comprar, la cena de navidad y un sinfín de "compromisos".

De las navidades más actuales recuerdo la cena casa de mis padres y el ajetreo de mi mamá por la cena a preparar. Lo más hermoso la alegría de mis sobrinos y su espera y ansias por recibir los regalos; con la diferencia de que ahora reciben MUCHOS, reciben del niño Jesús o Santa Claus, de sus abuelos, tíos, padres, padrinos, en fin son "afortunados" los niños que reciben abundancia de regalos, lo cual se ha convertido en costumbre y casi obligación.

Como he comentado en publicaciones anteriores, las crisis y situaciones particulares nos hacen reflexionar y analizar las cosas de una forma diferente. Navidad es época de unión, de reencuentro, de buenas noticias porque nace el niño Dios. ¿Cuántos de nosotros damos gracias a Jesús niño por su humildad y amor, al ser hijo de Dios y convertirse en uno de nosotros con nuestras tristezas y alegrías?

Permitámonos una navidad distinta, una navidad para revivir lo más entrañable de nuestra niñez, para compartir con nuestros seres queridos, para dar al necesitado, para compartir con el que no conocemos pero necesita de nuestra compañía, para preparar nuestros platos típicos en armonía, en familia, sin el estrés de que es mucho trabajo, mucho por limpiar, mucho dinero; sino con la gratificación de la sonrisa por la compañía que tengamos y la que brota de nuestros labios al probar ese plato especial que se ha preparado.

Es tiempo de regalarnos una navidad con alegría, para los que creemos en Jesús y por él la celebramos, es tiempo de vivirla con la felicidad y certeza de que nace el redentor; para aquellos que no son creyentes, regalarse la oportunidad de renacer en un nuevo año convirtiéndonos todos en Seres humanos de calidad.

Reflexionando en lo "bueno" y lo "malo", lo que pude hacer y no hice, lo que nos llena de paz, lo que nunca hemos hecho y quisiéramos hacer, los "perdón" que nos hemos negado a nosotros y a otros, las gracias, te quiero, te extraño, tantas frases simples que nos regalan tanta vida.
Navidad y noche de año viejo y nuevo, días de reflexión y de dibujar sueños en el cielo; días de sonrisas, lágrimas y tristezas, pero con la esperanza de que el venidero año será mejor.

Vivamos a pesar de las circunstancias, una navidad al estilo de los niños, donde el costo del regalo carece de importancia, sino lo que este significa para ellos y la sonrisa que dibuja en su rostro. El gozo que siente nuestro corazón cuando alguien devuelve con afecto y calidez esa sonrisa. Esa es la navidad de mi niñez, esos son los olores que recuerdo y que con mucho o poco siempre me hicieron feliz. El recuerdo de la compañía de mis padres y hermanos y los hermanos que me regaló la vida (cuñados, cuñadas, amistades), sobrinos maravillosos que hacen revivir mi corazón.

Pero en estas fechas siempre hay más, mucho más, incluso en la soledad, con extraños, siempre hay que sentir, valorar y apreciar cuando verdaderamente tomamos conciencia del significado de la navidad, el por qué la celebramos y el invitado especial de esa fiesta, no lo dejemos en segundo plano; y por supuesto no dejemos pasar  la oportunidad en el nuevo año de prepararnos para "cazar" nuestros sueños, como quien caza mariposas.

En el nuevo año les deseo que atrapen su sueño y hacer realidad el convertirnos en Seres humanos de calidad. Gracias por estar y compartir conmigo este inicio de mi blog, estas 14 publicaciones y espero el próximo año sean muchos más.
Fuente: http//www.mm2002.vtrbandaancha.net

¡¡¡Feliz navidad y venturoso año nuevo!!!

María Carolina

Espejismos... ¿Cuántas de nuestras "realidades" lo son?

Viajando en carretera hacia la casa de mis padres acompañada de mi sobrina de nueve años, ella me comentaba que su mami le explicó qué eran los espejismos y se divertía ubicándolos en carretera, imaginando el "agua de la lluvia" empozada en la vía.

Me divertí unos instantes con ella descubriéndolos mientras seguíamos nuestro camino, luego me encontré reflexionando en la magia de estos y como se desvanecen ante nuestros atónitos ojos en la medida que nos acercamos.
Fuente: http//:www.es.wikipedia.org

Esta reflexión me hizo preguntarme ¿cuántas de nuestras "realidades" son realmente espejismos? Muchas veces nos pasamos buena parte de nuestra invaluable existencia amarrados a situaciones, emociones, sentimientos, que asumimos y queremos ver como nuestra única realidad, como lo ideal para nosotros, sin embargo, no son más que espejismos, no son reales, es nuestra mente y corazón queriendo, deseando que sean así; podemos pasar años amarrados a ese espejismo, sin acercarnos demasiado, sin afrontarlo, callando las voces de la conciencia y el corazón que te gritan "esto no es real", sabiendo que cuando te acerques se desvanecerá.

El ser humano tiene una enorme capacidad de recuperación, de salir adelante cuando la vida nos pone a prueba, pero cómo  le tememos al dolor, al sufrimiento, a lo desconocido y a afrontar "realidades".
Con el paso de los años me he dado cuenta que ciertamente afrontar las realidades  muchas veces generan dolor, tristezas, pero una vez hecho, como libera; no es fácil y hay que darnos el tiempo necesario para vivir cada etapa de ese proceso, llorarla, sentir rabia, perdonar, hasta llegar a la aceptación que le da paz a nuestros corazones y mente.

Los invito a identificar sus espejismos, a ver cuan real son y hasta donde son producto de nuestra imaginación y deseos, a afrontarlos y definir lo que realmente nos da La Paz y con esta la alegría de vivir.

La vida es tan corta que no merece la pena vivirla solo de espejismos y fantasías, dejemos esta última para disfrutarla con los niños relatando cuentos divertidos, con la conciencia de que la realidad también se disfruta si aprendemos a vivir.

Feliz Noche buena

50 sombras de Grey...inundándolas de luz

Fuente: www.13.cl
El mercado está invadido por las 50 sombras de Grey, comentarios van y vienen del famoso millonario y sus excentricidades sexuales y la mayor atracción del libro se convierte en ese enfoque dado por su autora, sin embargo al leer el título se pueden inferir muchas cosas y quizás erramos  con la realidad, trasfondo o sentido de este.

¡50 Sombras! ¿Te has preguntado alguna vez cuántas sombras escondes en tú interior? ¿Cuántas sombras quisieras inundar de luz? Y ¿Por qué están ahí?.

Sombras es sinónimo de oscuridad, opacidad, pesimismo y un sinfín de frases no muy positivas, ni optimistas, sin embargo la sombra existe con la presencia de la luz. Todos en nuestro interior cargamos con nuestras 50 sombras.

Identificar cada una de ellas es una tarea difícil para el ser humano; muchas no son aceptadas, algunas están solapadas con otras y son difíciles de ver por separado. Cada una de estas sombras define nuestro comportamiento, personalidad y actitud ante las circunstancias. Existen sombras que nos marcan por vivencias traumáticas de la niñez, adolescencia y adultez; aun cuando somos más maduros y tenemos elementos para manejar los hechos, no dejan de ser difíciles de digerir o procesar por nuestra mente y corazón, en muchos casos supera las fuerzas de quien las vive.

Nuestras 50 sombras son solo un número redondo que puede ocultar 50 más y no siempre van relacionadas con el lado oscuro, a veces la aparente calma y sonrisa de muchos rostros no son más que la máscara de otra sombra.  

Fuente: www.yunphoto.net
¿Cómo somos realmente? ¿Qué queremos? ¿A qué podríamos someternos si el entorno social no estuviera allí para mirarnos con ojos escrutadores y juzgar lo que hacemos? ¿Cuál de tus sombras no representa un lado oscuro, sino que con los elementos necesarios puede brillar con luz propia?

Cada sombra puede tener una o más maneras de manifestarse o traducirse en nuestro comportamiento; hasta se puede decir que hay sombras intermitentes, son esos episodios donde nos “ensombrecemos” y esto, por mucho que se intente disimular, se refleja en nuestros rostros. Nuestras sombras nos definen, porque implican directamente el por qué de muchos de nuestros actos.

Sea cual sea nuestra circunstancia de vida es importante que aprendamos a identificar nuestras sombras, este será el primer paso para inundarlas de luz y digo inundarla porque no puede ser solo una chispa o un halo, para sanar completamente debes llenar el espacio de luz.


Significa esto “sacar” todo aquello que nos ensombrece, perdonar, evitar sentimientos dañinos como el rencor, la envidia, el odio, la injusticia, generarnos un corazón nuevo. A cada asomo de estos sentimientos activar nuestra lámpara interna y esta será perpetua en la medida que la alimentemos de energías positivas, cargar nuestra fuente de energía y para ello así como cuidamos una planta y la regamos y abonamos, es necesario cultivar nuestro cuerpo y mente para que día a día nuestra energía se multiplique  y la irradiemos. 
Si tienes que redefinirte hazlo, busca ese elemento que te hace brillar, que te hace sonreír, razones para alegrarte, simplemente  Inundemos de luz nuestras sombras.

El vuelo de las mariposas...metamorfosis y adaptación

En las zonas tropicales es muy común que en los meses de lluvia como agosto y hasta septiembre, observar como cientos de hermosas mariposas vuelan como desorientadas. Cuando viajo por carretera las veo y me maravilla su fragilidad, su belleza y me pregunto ¿a dónde irán?.
Leyendo un poco sobre ellas, preguntándome el por qué de tantas en la vía, aprendí que muchas migran a lugares más calientes, otras como en el caso de nuestros países lo hacen para copular. Tras la lluvia las mariposas aprovechan la nueva vegetación que brota y colocan allí sus huevos. Tienen ciclos de vida muy cortos y en tan poco tiempo pasan por un proceso de metamorfosis sorprendente, donde milagrosamente la oruga se convertirá en una hermosa mariposa.

Son muchas las enseñanzas que nos brinda la madre naturaleza día a día, si nos detenemos a admirarla, a apreciarla y reconocer sus 
Fuente: www.fondosytemas.com
lecciones de vida. Diariamente hay un ciclo perfecto de rotación de la tierra que nos indica que después de la oscuridad siempre llegará un nuevo amanecer.
Nos enseña que son muchos los animales en los cuales se da el proceso de metamorfosis y con ella un cambio irreversible, un cambio que no es más que desarrollo, una nueva adaptación y estilo de vida. 

Como humanos no estamos lejos de este proceso de metamorfosis, continuamente estamos sometidos a factores externos e internos que nos obligan a cambiar, a evolucionar, adaptarnos y extraer lo mejor de nosotros. El temor nos paraliza y nos hace acostumbrarnos y a aceptar, nos quedamos pasivos, lo que no significa que estemos a gusto con lo que tenemos, significa que tenemos miedo a cambiar; sin embargo debemos recordar la frase de algunos motivadores, en este caso cito la Ley de la valentía de Stephan Kaiser “No se trata de actuar porque no tienes miedo, los líderes actúan a pesar del miedo”.
Ciertamente lo desconocido nos presiona, nos hace cautelosos, pero por otro lado también puede generarnos motivación. Lo importante es que aprendamos a reconocer el mensaje que nos transmite y utilizarlo como fortaleza y oportunidad de mejorar.

Las mariposas siguen enseñándonos aún con su fragilidad, como al momento de desplegar sus alas, en el justo instante de su transformación obtienen la energía necesaria para adaptarse a esa nueva vida, como aprovechan las estaciones y sacan lo mejor de si y en muchos casos son impulsadas por la adversidad, en busca de un espacio en el cual sobrevivir. No se comparan, no se resisten, vuelan sin cuestionar si su esfuerzo valdrá o no la pena, no dicen ¿para qué ir hasta allá si nuestro ciclo de vida es tan corto?, no prefieren quedarse donde están y otro aspecto importante no son vanidosas ni modestas con su belleza.


Admiremos y aprendamos cada enseñanza de la madre naturaleza, cada maravilla de la creación, aprendamos a ser agradecidos, a crecernos en la adversidad, a dar lo mejor de nosotros independientemente de  las circunstancias, a romper el cascarón y adaptarnos al entorno y si este no es para nosotros no temer el desplegar las alas y volar hasta encontrar nuestro lugar, de seguro hay un espacio esperando que lleguemos con unas ganas inmensas de vivir, aplicando en nosotros el vuelo y la metamorfosis de las mariposas.

Fuente: www.myspace.com

#ProyectoLuz… Proyecto para cambiar vidas

En un medio poco convencional (una auditoría del sistema de gestión de la calidad) se dio una conversación sobre esas situaciones que nos acontecen y nos hacen mover la tierra, al estilo de lo plasmado en mi cable a tierra.  Me llamó mucho la atención y reforzó mis pensamientos y creencias sobre aprender y crecer aún en las adversidades. Todo a nuestro alrededor nos da ejemplos diariamente de historias grandiosas de superación, cambios o transformaciones, hacia un existir con calidad de vida.
Hoy comparto una historia de un ser humano de calidad que me alienta con sus acciones y le da sentido a lo que trato de transmitir en este blog. #ProyectoLuz surge bajo la creación de María Alejandra, ser grandioso que demuestra la esencia de un ser humano de calidad, quien en una fecha del año donde todos estamos enfocados en la celebración, en promesas de ser mejores en todos los sentidos, en sueños dibujados en las nubes con la fe de que sean materializados en el nuevo año, le sucede un acontecimiento doloroso que marcó un antes y después de en su vida.
Regalo para Luz
Un 31 de Diciembre María Alejandra pierde producto de un ataque al corazón, a su prima Luz, quien tan solo contaba con 35 años de edad. Un día donde el cielo está invadido de fuegos artificiales, iluminado de celebración y esperanza, en ese mismo instante otros corazones se sumían en una tristeza profunda que no daba paso a esa luz. Una situación como esta nos hace replantearnos la vida, reconsiderar lo que hemos estado haciendo hasta ahora y sobre todo nos hace ver la fragilidad de lo que tenemos y somos. 
Este acontecimiento da lugar a Proyecto Luz, no solo en honor a su nombre, significa luz para su vida; es decir, replantear su manera de vivir hasta ahora, de disfrutar, de diferenciar cantidad de calidad; de valorar el tiempo y las acciones que de verdad la llenan.  Luz que no quedó allí sino que ha traspasado fronteras geográficas, a través del testimonio  verbal y físico. Luz que se irradia, que representa una nueva forma de vivir, de asumir la vida. Luz que nos inunda y nos  dice “La vida es una sola”, disfrútala, vívela.
Luz que bien sea en forma de mejorar tu estilo de vida a través de una alimentación (como yo lo llamo aprender a comer); Luz para salir del sedentarismo y descubrir que el ejercicio está más allá de la moda, del mundo fitness, que es un universo maravilloso que a pesar del agotamiento físico, nos revitaliza y recorre nuestras venas llenándonos de aire nuevo.
Luz para aprender a dar sin restricciones y recibir como regalo de agradecimiento una sonrisa pintada en nuestro rostro; una Luz que poco a poco nos llena interiormente y la exudamos, una luz que nos permite exteriorizarla y con ella se evidencia nuestra calidad de vida. Transmitimos que vivimos en la luz, que somos seres de fe, creyentes y agradecidos del don de la vida.
Las razones por las cuales iniciar un proceso de cambio o desarrollo no tienen por qué ser dolorosas o traumáticas, sin embargo queda claro que cualquier circunstancia puede generar un beneficio inmenso si enfocamos nuestra mejor actitud a aprender de ello, a caminar por un nuevo estilo de vida con disciplina, constancia, compromiso, con el firme propósito de Vivir a plenitud, disfrutando cada detalle, cada amanecer, cada gota de rocío o torrencial aguacero, cada comida, cada sonrisa, cada amistad, cada amor. De eso se trata #Proyecto Luz.
María Alejandra  y familia
A través de este escrito hago honor a esa persona maravillosa que ha emprendido #ProyectoLuz y ha compaginado sus labores personales y profesionales haciendo de esto un modo de vivir, no un sacrificio; se ha convertido en una nueva forma de afrontar la vida. Vale la pena citar a Oscar Wilde con su frase “A veces podemos pasarnos años sin vivir en absoluto, y de pronto toda nuestra vida se concentra en un solo instante”.
Instante de luz, instante de despertar de nuestro letargo, instante para cambiar, que no significa modificar una forma de ser, significa desarrollo. La vida es frágil, cambia en un instante pero la decisión está en nuestras manos. Nuestro cuerpo, mente y alma nos agradecerán el mantenerlos en armonía, el llenarlos de ¡Luz!
Al igual que María Alejandra inspiremos, aún sin proponérnoslo, disfrutemos, compartamos, admiremos, atesoremos el más pequeño detalle, en resumen, encontrémosle el Sentido a la Vida. No reprimamos las emociones, gritémosla a los cuatro vientos, compártelas, tradúcelas en palabras, en obras, en proyectos, en acción.

Hazte un propósito, persigue un sueño alcanzable, disfruta el recorrido y saborea el llegar a esa meta; por muy pequeña que sea; al lograrla inundarás tu alma de luz durante ese instante y muchos más.

El viaje... La carretera y sus sensaciones

Desde el día en que nacemos iniciamos nuestro “viaje”, el viaje de nuestras vidas. Los primeros años guiados y acompañados por nuestros padres en el mejor de los casos, para otros por familiares cercanos, pero siempre de la mano de seres que van formándonos, moldeándonos.
Pasan los años y el entorno también se hace cargo de tallar nuestra personalidad y carácter, generamos amistades alrededor de nuestros hogares, en nuestros  sitios de estudio, trabajo; todos estos lugares y las personas que forman parte de ellos nos van moldeando.

http://www.lasonrisaesgratis.wordpress.com

Así transcurre nuestro viaje cargándose de sensaciones y emociones placenteras y no tanto y cada día representa un aprendizaje. Cuando se nos dan los elementos necesarios para emprenderlo nuestros sentidos están más ávidos, más despiertos y valoramos y aprendemos de cada experiencia.
Llega el momento de transitar solos y emprender el camino volando del nido, para ello creemos conveniente cargar nuestra mochila de todo aquello que consideramos nos será de utilidad, sin embargo esta va llena de “objetos inútiles” y “objetos de valor”, como son los valores, principios, compromisos sociales, autocrítica, autoestima, responsabilidad, consciencia, determinación, deseos, desamor, rencor, culpa, envidia, egoísmo, rabia, perdón, amor……. La lista es realmente interminable.
En el viaje se van suscitando momentos en donde afloran cada uno de esos “objetos” que llevamos en la mochila, en mayor o menor medida. Muchos de ellos no nos permiten disfrutar los detalles de la carretera, del camino; apreciarlos, entenderlos. Cuestionamos el por qué esos detalles están ahí, por qué suceden, por qué nos agobian (aquellos que consideramos en nuestra  contra). Nos empeñamos en racionalizar todo lo que sucede a nuestro alrededor y nos perdemos la “magia de la creación” y la oportunidad de aprender y crecer con cada obstáculo que se va presentando.
Los años y la experiencia nos dan la sabiduría necesaria para ir desechando “objetos” de nuestra mochila y al sentirla más liviana el viaje se hace más placentero. Analizamos que hemos perdido tiempo valioso cargándolos y llevándolos a cuesta innecesariamente y al momento de deslastrarnos de ellos sentimos un alivio inmenso y el subconsciente nos grita  ¿Por qué no lo habías hecho antes?, no te agobies, la respuesta al subconsciente es sencilla ¡No estaba preparado para dejarlos atrás!
Seguimos transitando, aprendemos a ver con los ojos cerrados, a sentir en su máxima expresión, a percatarnos de situaciones que siempre han estado pero antes no las notábamos, a valorar la carretera. Esta por un momento se vuelve un camino de piedra, otro una vía asfaltada y hasta llega a transformarse en una gran autopista donde el viaje se hace más vertiginoso; cada una nos permite vivir una sensación distinta, a cada una la sobrellevamos y seguimos dejando en ella restos de nuestra pesada mochila.
La mochila se libera y se vuelve a cargar de “objetos nuevos”, a ellos hay que aprender  a valorarlos, aprender a reconocer cuales merecen la pena cargar en la mochila porque en algún momento nos serán necesarios para conectarnos a tierra, recordarnos quiénes somos, de qué estamos hechos y a dónde queremos ir; por otro lado es importante ir dejando a orillas de la carretera los más pesados, que no nos permiten avanzar, los que nos anclan en el pasado, en la zona de confort y no nos permiten extender las alas.
Cada día tenemos menos fuerzas para cargar la pesada mochila y por experiencia y necesidad la vamos vaciando, dejando más espacio para albergar el “objeto” más valioso, el Amor, que nos mantiene firmes en el recorrido. Al final y rememorar el viaje, será una experiencia maravillosa, con sus agridulces sabores, pero maravillosa,  que al final del camino sintamos que valió la pena lo vivido, que dejamos una huella a nuestro paso que será digna de seguir como guía.

http/www.bebeseguros.com
Apuntemos la vista siempre hacia el horizonte, apreciando la carretera que nos ha tocado transitar para hacer nuestro preciado viaje, recorriendo nuestro destino. Viviendo el día y la noche, adaptando nuestros sentidos a la luz y a la oscuridad para apreciar lo que nos ofrece. Aquí me permito parafrasear a un ser humano de calidad especial, quien me comentó su interpretación de la carretera y el viaje, permitiéndome visualizar este escrito y analizar el entorno de una forma diferente…… Viendo a través de la carretera lo que esta transmite luego de una torrencial lluvia, al culminar y seguir transitando observamos el reverdecer del paisaje, un pasto suavizado bajo la presión del agua que aún yace en él; agua que se ha desplazado a cántaros creando charcas a su paso, dejando evidencias de la intensidad de la tormenta. Desplegándose aún por la carretera que se observa húmeda, escurrida, no mojada, la vivimos, la inhalamos y apreciamos el olor a tierra mojada, que no significa el llanto del cielo, sino un nuevo renacer, reverdecer y la cautela con que nos obliga a transitar. Esa humedad nos inunda el alma de renovadas energías para continuar disfrutando el viaje y descubriendo las sensaciones de la carretera.     

Agradeciendo...Simplemente ¡Gracias!

“La palabra gracias proviene del latín gratia, la cual deriva de gratus (agradable, agradecido) y en origen gratia en latín significa la honra o alabanza que sin más se tributa  a otro, para luego significar el favor o reconocimiento de un favor”.
http//www.fusaactiva.blogspot.com
Es una palabra de apenas siete letras, pero su significado y percepción en función de su entonación y el contexto en el que la usemos, trasciende ese corto número. Si profundizamos en la magia que representa este número de letras, podemos ver que el 7 está catalogado como un número mágico,  signo del pensamiento, la espiritualidad, la conciencia, el análisis psíquico, la sabiduría¸ a nivel bíblico representa la perfección. La tradición cristiana continuó este simbolismo del 7, y por eso fijó en 7 los sacramentos, los dones del Espíritu Santo, las virtudes. Esto nos hace pensar que hay algo más profundo en esta valiosa palabra.
El efecto de algunas palabras muchas veces pasa desapercibido en cada uno de nosotros y nos limitamos a decirlas mecánicamente, sin conexión entre mente y alma. La turbulencia del mundo actual nos mantiene en la vida en un continuo ir y venir a grandes pasos, sin detenernos  a admirar o analizar por un segundo lo que vivimos; a quien nos encontramos a cada paso, cada detalle que por una u otra razón ha estado ahí.
Si nos hacemos un examen de conciencia antes de cerrar nuestros ojos en el descanso nocturno y dicho examen hiciera un repaso mental de lo que vivimos durante el día, pero llevándolo a otro nivel, no sólo preguntándonos qué hice bien o mal o qué haré mañana, me refiero a conectarnos internamente y poder rememorar con los cinco sentidos, es decir, los olores que percibimos, lo que vimos, las miradas de otros, lo “bueno” y lo “malo”; por todas esas situaciones damos un profundo y sincero ¡Gracias!.
Gracias por un día más de vida cargado de sensaciones. ¡Que bien se siente agradecer! Agradecer no sólo lo maravilloso, no solo los buenos resultados, lo deseado, esperado y saberlo alcanzado. Es necesario que aprendamos a agradecer por lo intangible, lo que no vemos pero sentimos más allá del sentido común.
Regalémonos un día la oportunidad de levantarnos más temprano de lo habitual y tomarnos el tiempo de admirar por unos pocos minutos, como despunta el alba y absorber esa energía maravillosa que viene tras, con y delante de ella y en ese momento dejemos estallar nuestra mente en un enorme ¡Gracias!
http//www.poemas.grupo6.com
Inhalando y exhalando, con rayos de luz despuntando, abriendo los brazos y sintiendo como esa maravilla de la naturaleza está ahí al frente nuestro, todos los días de nuestra vida, aún en los días nublados y nosotros por nuestro apretado tren de vida no nos tomamos el tiempo para admirar y agradecer. El alba representa ese “cargador de baterías natural” que nos substrae de la ensoñación y modorra del descanso nocturno y lo mejor es completamente gratis. Representa iniciando el día, la gran oportunidad para empezar nuestra jornada con la palabra adecuada ¡Gracias!
Efecto similar tiene la oscuridad nocturna, el cansancio  sentimiento agotador de un final del día también nos permite tomarnos dos minutos para admirar el cielo, respirar y decir ¡Gracias, hoy viví otro día! La ventaja de terminar un día más, es analizar lo que puedo hacer mejor mañana y continuar mi camino a la excelencia. Aprendamos  a ser agradecidos, a agradecer en conexión  corazón – mente - boca; ese gracias se reflejará en los ojos y quien lo reciba sabrá que es sincero.
Los invito a tomar un día de reflexión e iniciarlo cargándose con la energía del alba y percatándonos de cada detalle, de mantener la mente alerta y agradecer cada segundo de nuestra existencia; recuerda que lo desagradable también trae bajo su sombra una enseñanza.
No te compares, no albergues sentimientos egoístas, rencores o envidias, no te lamentes por lo que deseas y no logras alcanzar o se aleja de tú camino. Agradece la oportunidad de poder cambiar el plan  y mantener la meta; por supuesto establece metas realistas, agradece la oportunidad de que cada día al abrir los ojos se da una nueva oportunidad de VIVIR.

“Accipiens septem panes et pisces et gratias agens fregit” Tomó los sietes panes y peces y habiendo dado gracias los partió (Mateo 15:36)

Decisiones… Al mejor estilo de Rubén Blades

“Decisiones (Ave María) cada día
Alguien pierde, alguien gana ¡Ave María!
Decisiones, todo cuesta
Salgan y hagan sus apuestas
¡Ciudadanía!”
En letra del maestro Rubén Blades entre una y otra situación de la vida cotidiana, observamos que muchas veces ¡Como cuesta decidir!
Se dice fácil,  ¡decide!, solo basta escoger algo, es una opción u otra ¡toma una decisión!, hasta no tomarla ya es una decisión. Muchas veces nos decimos -¡No lo pienses mucho, hazlo y ya! Y de allí la importancia o el valor de la decisión, una vez tomada hay que llevarla a cabo, hay que actuar.
Decisiones, todo cuesta…..algunas representan una ruleta rusa en nuestras vidas, hay miedos que paralizan para ejecutar esa decisión. Somos conscientes de qué es lo que queremos o nos gustaría, de qué es lo que ya no nos gusta, lo que está “mal” o “bien”, pero como cuesta.
Fuente: www.tnrelaciones.com
En el acto de tomar la decisión y ejecutarla, todo nuestro ser juega un papel preponderante, nuestra razón y corazón se solapan. Como cité en artículos anteriores, considero que estos deben actuar juntos, uno no debe prevalecer sobre el otro, deben actuar en armonía, porque el peso del que no fue considerado nos atormentará constantemente; la duda de si debí haber hecho caso a la razón o al corazón.
Nuestra vida transcurre tomando decisiones constantemente, unas más fáciles que otras pero siempre están allí, ¿Qué comer hoy?, ¿Qué ropa usar?, ¿Qué estudiar?, ¿Dejar o no el empleo?, separarme, divorciarme, seguir adelante, mudarme, en fin, muchas son las preguntas que día a día nos hacemos; muchos se repiten una frase común ¡Quiero cambiar de vida!, pero qué es realmente lo que queremos cambiar y qué nos detiene hacerlo.
En una encrucijada de mi vida mi médico me dio un sabio consejo diciéndome -¡Pregúntate qué quieres para ti! ¿Qué quieres en tú vida? y ¿Qué te hace feliz? No pienses en nadie en el momento que estés dando respuesta a esas pregunta, sólo escucha tú voz y piensa ¿Cómo quieres que sea tú vida?
Ciertamente aplazamos la acción de la decisión que ya tomamos y está guardada en nuestro subconsciente por miedo a salir de nuestra zona de confort, por miedo a herir a otra persona, por el qué dirán, por los consejos, las críticas y pare de contar.
El actuar según nos dicte la conciencia y el corazón, el actuar según aquello que aún no siendo tan grato le da paz a mi interior y sentido a mi existencia es una oda a la libertad; por muy dura que sea y quizás no sea la correcta, ni lo que hubiesen hecho otros, ni lo que se esperaba de nosotros y peor aún, no tenemos la certeza de que saldrá bien, sin embargo es lo que decidimos basados en nuestro juicio interno y en aquello que queremos.
Debo tomar conciencia de que no puedo hacer feliz a otra persona,  a otro ser si antes no lo soy yo y aunque suene egoísta, con esto quiero decir que primero debo conocerme como persona, como ser humano, verme formando parte de un entorno y mi papel en el, tener paz interior, esto simplemente a pesar de las adversidades, se reflejará en mi rostro y de allí en adelante cualquiera de las relaciones donde estemos involucrados (pareja, trabajo, familia) resultarán mejor porque hemos sido honestos con nosotros mismos.
Muchas personas saben de antemano que una decisión que ya tomaron no es la correcta, o no es lo que realmente desean hacer y sin embargo la llevan a cabo; yo lo defino como “lanzarnos al precipicio sin paracaídas”, pasamos de allí en adelante a sobrevivir, a subsistir y nos olvidamos de VIVIR (mi expresión favorita), nos consolamos diciendo ¡Hice lo correcto!
La vida es muy corta para malgastarla subsistiendo, si queremos ser altruistas no lo hagamos a expensas de nuestra paz interior, si queremos serlo demos todo de nosotros, colaboremos con otros, no con lo que nos sobre sino con lo que menos tenemos; allí sentiremos que el altruismo no nos pesa.
Decidamos y actuemos para alcanzar sueños, tracémonos una misión y visión de vida, que cada logro alcanzado vaya modificando esa visión y sean metas nuevas que conseguir, siempre con la conciencia de que mi ser, mi interior, están en armonía con el exterior. No arrastremos a otros en nuestras decisiones pensando que le hacemos un bien, más temprano que tarde la avalancha del reproche y la añoranza nos tomará por sorpresa.
Fuente: www.laorquideadichosa.com
Hace poco vi una escena de una serie de televisión donde una “novia” escapa de la iglesia donde estaba a punto de casarse, dejando a su prometido a los pie del altar y huyendo con otro,  en ese momento pensé ¡Dios qué difícil debe ser eso! Pero qué libertad debe sentir ese espíritu, con la incertidumbre de no saber si le irá bien o mal, pero con la certeza de que la razón y el corazón en ese momento llegan a un acuerdo. No creo conveniente llegar a ese extremo, de esta forma evitaremos ese dolor que en un principio no queríamos hacer sentir a otros, considero y reitero que al asaltar la duda entre el corazón y la razón, lo más sensato es ser honestos al responder la pregunta ¿Qué quiero para mi vida? ¿Cómo deseo vivirla?

Decisiones, como cuesta… Vengan y hagan sus apuestas…Apuesten a vivir, apuesten a ganar, agradezcan lo que la vida nos da, lo que Dios o aquello en lo que crees te proporciona día a día; somos seres humanos de calidad concebidos para triunfar; rompamos los miedos, empecemos una y otra vez desde cero cuantas veces sea necesario. Nuestros sueños están en nuestras manos, la decisión es tuya hazla.
"Cimienta tus proyectos en base sólida, cimiéntalos en el amor de Dios" P. Linero

El arco iris… La magia del color y su reflejo en nosotros

Cuando el cielo nos regala un arco iris el común denominador de las personas admira su belleza, la magia de su creación y la hermosura en la perfección y delimitación de sus colores. Nos pintamos una sonrisa en el rostro y expresamos con satisfacción ¡Qué bello arco iris!
Al ver un arco iris me remonto a mi infancia y el placer que me producía observarlos, la alegría de descubrirlos en el cielo; hoy veo que el tiempo pasa pero el sentimiento es el mismo, me veo reflejada en los rostros de mis sobrinos cuando ellos hacen igual exclamación y gozo ¡Mira el arco iris!
Hoy me he detenido a  analizarlos de una manera diferente, no desde el punto de vista científico como Descartes y Newton para saber el origen de su formación, sino de su esencia y lo que producen en mí.
Fuente: http//www.unionhipanoamericana.ning.com
El primer análisis fue desde el punto de vista de apreciar la importancia y el significado de las pequeñas cosas, esas que ocurren día a día y sin embargo pasan desapercibidas en nuestras vidas. Esos regalos que nos da la naturaleza y no nos detenemos a admirar, porque vamos por la vida sin explotar nuestros cinco sentidos,  con  ojos abiertos pero sin observar, oídos que no escuchan, olfato que no aprecia o diferencia; veo que sobre todo esto nos ocurre a los adultos porque perdemos la pasión y la capacidad de asombrarnos como cuando éramos niños.
Mi otro punto de análisis del arco iris es la belleza de sus colores y lo que ellos representan en nuestras vidas; mucho se ha escrito sobre el significado de los colores, lo que dicen del estado de ánimo de una persona, como la identifica, como influyen en sus emociones, en fin psicológicamente se ha demostrado su importancia en nuestra forma de ser.  El significado de los colores que nos muestra el arco iris lo vi hoy desde una perspectiva diferente.
El arco iris saca lo mejor de ese posible “mal tiempo”, de las gotas de agua y los rayos del sol en el mismo instante; nos sorprende y nos alegra. Así podemos apreciar la vida, esta se nos pinta con una paleta de colores exquisita y variopinta que define nuestros estados de ánimo. Podemos ser intensos, frágiles, sutiles y emocionales, lo importante es ver más allá y entender que nuestro día más gris lo podemos llenar con un arco iris que nos ilumine al alma.
Sus siete colores en el cielo son ese reflejo en nuestras vidas; aun hoy esbozo una sonrisa y puedo ahora entender la frase de “mantén una sonrisa en tus labios y tu mundo se llenará de color”.
Hoy me digo que debemos dejar de pensar que los seres humanos somos los reyes del universo, porque al admirar las maravillas de la naturaleza es fácil comprender lo minúsculos que podemos ser; es necesario observar nuestro entorno, detallarlo, disfrutarlo y tomar conciencia de lo que representamos en él.
Regalémonos zambullidas de alegrías, baños de colores totalmente gratuitos con cada uno de esos pequeños detalles que día a día afloran en derredor. Estos representan un aliciente a nuestra alma, una píldora de humildad  y un regocijo y reencuentro con lo más profundo de nuestro ser.
Pregúntate de qué color ves cada uno de tus días y por muy inquietante que sea la situación recuerda el arco iris y transfórmalo en esa gama de colores; recuerda el rostro de un niño maravillado con su aparición. No todo en la vida es blanco y negro, no en todo hay ausencia de color, todo lo contrario; el cielo nos demuestra que después de esa fuerte tormenta resurgen los colores y estos inmediatamente nos inyectan energías renovadoras.
Renovemos, admiremos, seamos conscientes de nosotros, del entorno, de los detalles, de lo pequeño, lo grande, aquello que aun mostrándose inmenso ante nosotros no lo percibimos; al ver un arco iris recordemos la leyenda de que al final de este hay una “olla de oro” esperándonos; este es el reflejo de que ver el mundo pintado de colores hace maravillas en nuestro ser.

Démosle color a nuestro sentir, como el rojo es la pasión, el verde la esperanza y así sucesivamente, que los colores del arco iris nos recuerden la esencia de VIVIR.

Descubriendo el cisne en tu interior...Cuando te crees el patito feo

Hace poco leyendo una revista me llamó la atención un título que decía “Dependencias emocionales” iba a pasarlo por alto, porque pensé ¡Esto no es conmigo!, pero luego me dije ¡No tengo nada que perder, mejor lo leo! Este pequeño artículo dio respuesta en pocos minutos a mi actuar en casi toda mi vida.
Hasta hace poco yo analizaba muchas de mis acciones como un reflejo de baja autoestima y no estaba equivocada, en lo que no me había percatado es que ésta también me había llevado a ser dependiente emocional. Es sorprendente lo que este artículo reveló para mí en tan pocas líneas, entre ellas entender como perdemos parte de nuestro valioso tiempo (kairos) tratando de ser aceptados, buscando encajar, agradar, lo más triste, ser lo que otros quieren que seamos.
Fuente: http//www.experienciasdecolores.wordpress.com
Siempre me he sentido el patito feo (no sólo en apariencia física), y es por ello que he querido tratar de convertirme en cisne de alguna u otra forma. Los días transcurren y te esfuerzas en ser bueno en todo: estudiante, hija, hermana, amiga, vecina, sobrina, novia, empleada, esposa y un larguísimo etcétera. Lo que tú (o yo) consideramos carencias físicas o emocionales, nos hacen querer llenar esos vacíos o llamar la atención de otras formas, por lo que se nos pasa la vida complaciendo y actuando en función de otros.
Estas actitudes nos crean una dependencia emocional insana hacia otras personas, que no nos permiten tomar decisiones en el momento oportuno, sino que vamos aceptando y tolerando lo inaceptable e intolerable; dejamos que nuestra vida sea succionada por una aspiradora y ahí se quede hasta que alguien decida limpiarla. Pensamos que el término “dependencia emocional” no se corresponde a nosotros, porque en nuestras labores cotidianas somos enérgicos, mostramos carácter y es sólo en las relaciones de pareja o más personales donde no actuamos así; creemos que las personas dependientes emocionales son sumisas siempre, pero la realidad es otra.
La baja autoestima y la dependencia emocional llevan consigo muchas connotaciones y ellas no sólo van en función de lo interno sino del ambiente que nos rodea. Refiriéndome específicamente a la apariencia externa, es difícil asimilar y actuar de ciertas formas cuando estamos marcados por una sociedad  como la actual, con una fuerte connotación sexual y física; estar bien físicamente es un requisito fundamental y cada día se pierden más valores esenciales del ser, por pretender ir a la par de estereotipos sociales y esta tendencia marca a fuego nuestro yo interno, aunque no nos percatemos o lo aceptemos.
Los que consideramos que estamos más allá de todo esto, nos auto-reforzamos diciéndonos ¡Yo no! ¡Me gusta mi delgadez!, ¡No estoy tan flaca!, o lo contrario ¡Amo mi gordura!, ¡Me siento bien así!, ¡La gordura no ha hecho que me pierda de nada! Pero todo esto es FALSO, no es más que una máscara consoladora. Cuando nos vemos en el espejo el reflejo de éste, así sea un hermoso cisne, para nosotros sigue siendo el mismo patito feo que nos persigue desde hace mucho tiempo atrás.
Particularmente por ser geminiana siempre he dicho que tengo en mi personalidad un “gemelo malo o loco” y uno “bueno o cuerdo”, uno de “emociones y extrovertido” y otro de “razones e introvertido”. Al primero muchas veces le agradezco porque me extrae del mundo perfecto, me distrae, por momentos te miente haciéndote sentir “libre”; pero la realidad es que este gemelo solo, no me satisface, no me hace feliz.
He empezado a comprender que ambos son parte de mí, me definen y uno no puede prevalecer sobre el otro, ambos me hacen ser quien soy; sólo juntos me dan paz interior. Una persona cercana me dijo hace poco ¡No es un gemelo loco, no lo llames así, eso es tú equilibrio! Y está completamente en lo cierto, cuando están en equilibrio, cuando no se solapan, es cuando mejor me siento, es cuando el ser obtiene la ansiada paz interior, en esos momentos no hay dependencias emocionales, no hay relaciones insanas.
Lo que pretendo decir con todo esto, es que estamos acostumbrados a buscar externamente a los “culpables” o responsables de nuestro sentir y actuar. Cada acción que hemos emprendido la hemos asociado a un patrón externo de cómo deben ser las cosas o a una persona en particular; no nos basamos en nuestro equilibrio interno de razón y emoción.
Fuente: http//www.licomomo.deviantart.com
Hay un dicho muy común que reza “piensa con el corazón, pero actúa con la razón”, hoy digo que ¡No!, ninguno debe prevalecer, ambos deben estar en perfecta armonía, en equilibrio.
Tardé pero finalmente entendí o le encontré respuesta a mi sentir y actuar, el proceso es lento pero satisfactorio; hay que empezar por dar pequeños pasos para salir y ver nuestro mejor reflejo; para que esas acciones y sentir sean sostenibles en el tiempo y de esta forma nuestro cuerpo y nuestra mente lo acepten y procesen. Debemos actuar con los elementos que nos rodean y con nuestro interior; no podemos separar lo interno de lo externo, ambos deben encontrar un equilibrio.
La decisión de sentirnos mal o bien no debemos dejarla en manos de otros; es nuestra, pero debe ser real; si digo  y acepto  mi apariencia física, que sea a consciencia, que el espejo refleje el cisne y yo pueda observarlo, en caso contrario aún debemos cambiar muchas cosas.

El cambio requiere constancia y dedicación, compromiso y disciplina; llevemos eso a nuestro interior, procurando ser lo que queremos no lo que otros pretenden que seamos y asumir la realidad de que siempre habrá quien juzgue, critique y envidie; lo importante es que nosotros estemos claros, que obtengamos paz interior, esta nos dará libertad y este es el significado más amplio de la palabra felicidad
Aun me resta mucho por recorrer para superar mis "bajones emocionales" y "dependencias", pero estoy segura que voy en el camino correcto y te digo recorre tú propio camino y ¡Transformémonos en cisnes!

El tiempo en nuestras vidas… Cantidad vs Calidad

Actualmente es frecuente escuchar “los días pasan volando”, “culminó la semana y ni cuenta me di”, “ya casi estamos nuevamente en navidad” y ciertamente da la sensación de que los días tienen menos de 24 horas; que nuestras obligaciones nos consumen y este no nos alcanza para realizar todo lo que teníamos planificado.
Llegar a la casa y atender las responsabilidades del hogar se transforma en un stress igual e incluso mayor que las obligaciones del trabajo, porque el tiempo en casa tampoco nos rinde.
Esta alteración o desacomodo en nuestro tiempo, nos hace presos de sensaciones que afectan nuestra calidad de vida, incluyendo en esta la calidad de nuestro tiempo, de nuestras relaciones bien sean familiares, laborales, de amistad, cualquiera. Estamos “presos” del tiempo, a merced del reloj, del Dios Cronos (Chronos) cuantitativo, exacto.
Imagen: http//www.momastery.com
Nuestros días pasan y no nos detenemos a pensar que ese día no volverá jamás, que es irrecuperable. Cada uno de los pequeños detalles que nos regala la vida  los perdemos por la vorágine en la que vivimos, por nuestra agenda tan complicada, por los compromisos, las obligaciones que no nos permiten detenernos a contemplar, admirar y observar a nuestro alrededor.
Como mencioné en mi anterior artículo, hemos perdido la pasión y necesitamos urgentemente recuperarla. Necesitamos inyectarle pasión  a ese tiempo que transcurre día a día, para que sea de calidad, convertirlo en ese Kairos, que para los griegos representaba el “momento adecuado oportuno”, para los cristianos “el tiempo de Dios” y la definición que particularmente me agrada la de Eurípides que nos  dice que es “el mejor guía en cualquier actividad humana”. Ese tiempo cualitativo, donde vivimos nuestros momentos trascendentes. Esos momentos que al disponernos a descansar al final del día nos permitirán esbozar una sonrisa y agradecer; esos momentos que nos hacen sobrellevar las cargas y apaciguar  aquellos que no resultaron tan agradables.
Observo como amistades y familiares invierten parte de su precioso tiempo, de sus momentos, en alterar su organismo con gritos, discusiones, enfados estériles, por mantener un orden particular de las cosas, por la hora de comida, la ropa que lavar y un sinfín de actividades de su día a día; de igual forma los que trabajan fuera del hogar, al llegar a casa reclaman esa ansiada tranquilidad, porque están agotados, el trabajo consumió todas sus energías. Esto hace que me pregunte ¿Cuánto de nuestro tiempo invertimos en que este sea de calidad?, ¿Cuánto de ese tiempo lo destinamos a apreciar los pequeños detalles que nos regala la vida?, ¿Cuándo nos damos el tiempo de permitirnos volver a sentirnos niños, desarreglar la casa con nuestros hijos o sobrinos?, ¿Cuándo nos permitimos romper el esquema de las planificadas vacaciones y tomarnos un día para hacer algo completamente distinto?
Necesitamos urgentemente regalarnos tiempo de calidad, para nuestro cuerpo, para nuestra salud mental y espiritual, que se verá reflejado en cada una de nuestras relaciones. Leemos constantemente frases hermosas y célebres que nos invitan a profesar nuestro sentir a esos seres queridos, a regalar un abrazo, un Te amo; pero ¿por cuánto tiempo lo hacemos?
Cada día es más común escuchar “necesito otras vacaciones, más tiempo, para recuperarme de las vacaciones que acabo de tomar”, te has preguntado ¿por qué nos pasa eso? Mi interpretación es que  nos hemos habituado a “correr” tras la vida, a restarle pasión  a los momentos, a correr tras el tiempo que se nos agota y no nos rinde.
Hagamos un alto, stop y aprendamos a disfrutar, a dar importancia a lo que realmente lo tiene, a ir eliminando trivialidades y frivolidades de nuestra vida y sumar ese tiempo a las actividades calificadas como importantes;  tomando conciencia de que muchas de ellas se pueden re-planificar pero otras serán irrepetibles.
Hagamos de nuestro tiempo un tiempo de Calidad, no de cantidad, no de minutos y horas, sino de sensaciones y recuerdos memorables sin importar su duración.

Permítete sonreír por ese espacio de tu día en el que el tiempo no te importó y si este duró solo un minuto te aseguro que igual lo atesorarás eternamente.

La actitud... y nuestra transformación en seres humanos de calidad

En mis charlas de sensibilización en gestión de la calidad insisto mucho ante mis compañeros de trabajo en la necesidad de convertirnos en «Seres humanos de calidad», en recuperar esa esencia y procurar ser excelentes en cada una de las cosas que hacemos.
Hoy en día vemos como la «mediocridad» nos consume, y esta palabra genera cierta animadversión en muchos, suena dura, pero es muy real y su significado para mí se traduce en: pérdida de valores, conformismo, carencia de estímulos, yoísmo, complacencias y la peor de todas sus características pérdida o inexistencia del amor hacia los demás.
Actualmente nuestro país está sumido en una crisis donde muchos buscamos culpables de un lado y de otro, pero pocos aportamos soluciones. Es más fácil culpar, criticar, cuestionar que ponernos del lado de la acción para solventar, aportar un grano de arena que construya esa montaña llamada Solución.
Esto ocurre en un ámbito tan amplio como el de un país entero, porque nuestros intereses particulares están por encima de todo lo demás y esta actitud nos aleja o dista mucho de definirnos como un ser humano de calidad, pero también se presenta en contornos más pequeños como los familiares, organizacionales y nuestra comunidad.
El ser humano de calidad es aquel cuya actitud lo impulsa, lo inspira a ser excelente, a querer lograr grandes cosas sin atropellos, sin llevarse a nadie por delante, sino acompañado de muchos y siente con sus cinco sentidos a su máxima expresión; se desprende de lo superfluo y obtiene la libertad para amar y la ansiada paz.
La actitud de un ser humano de calidad se ve definida por su pasión para hacer las cosas, es capaz de tomar decisiones y actuar para llevarlas a cabo.
Se traza un plan, se atreve a soñar y luchar en pro de ese sueño, llámese estudios, trabajo, casa, carro, hijos, pareja, estudios o VENEZUELA. No importa el tamaño y la definición  del sueño, lo importante es que al atrevernos a soñar sueños alcanzables, nos trazaremos un plan e iniciamos el transitar de ese camino para alcanzarlo.
La actitud y la esencia del ser humano de calidad hará que los obstáculos y vicisitudes  que nos encontremos en el camino, no nos amilanen, todo lo contrario, nos den fuerzas para que aún cayendo volvamos a levantarnos y nunca perder de vista en el horizonte la meta que nos trazamos; aprendiendo  de los obstáculos del camino y creciendo a partir de ellos.
Nuestra actitud denotará elementos fundamentales como: el compromiso, la disciplina y el esfuerzo; el querer lograr nuestros sueños sin tener una actitud con estas características nos vuelve a colocar en la casilla de la mediocridad, asociándonos a la definición del ser interesados, parasitarios, de obtener sin luchar, sin merecer y en esto debemos ser cautelosos, porque una línea muy delgada nos separa de ese ser humano de calidad y el mediocre.
Recuperemos la esencia con la que fuimos creados, no nos hicieron inferiores, todo lo contrario, somos superiores a cualquier otra creación de la naturaleza, pero la superioridad también venía con sus desventajas, como la de hacernos proclives a corrompernos en el camino, con sentimientos como la envidia, el egoísmo, el rencor, la avaricia, el odio, el resentimiento, en fin la pérdida de humildad; nos hacemos inhumanos, dejamos de ser seres humanos de calidad.
Recuperemos la paz que da la libertad, la humildad, el amor hacia los demás por encima de ti; el desprendimiento, el atrevernos a soñar, sonreír más allá de las adversidades, en querer ser excelentes y dejar la piel en ello.
Los invito a ser excelentes, a emprender cada acción de sus vidas con miras en la excelencia, a no conformarnos con poco cuando estamos hechos para ser grandes, a no dejar que otro cuestione tus sueños. Pon toda tú actitud en ello y genera el cambio, que esas acciones sean la mejor ola que tomes en el mar.

Aprovecho para despedir con una cita de Robin Sharma “Las pequeñas ondas de excelencia se convierten con el tiempo en un tsunami de éxito”. Se excelente…, se un Ser humano de calidad.

El cable a tierra...Cuando las circunstancias nos obligan a ser mejores



Cuando por ciertas circunstancias de la vida nos acontecen sucesos que definimos como males, problemas o tragedias, presentándose bien sea como pérdidas materiales o humanas, separaciones, cambios de empleo o enfermedades, como en mi caso particular, en esos momentos pensamos que nadie en el mundo está peor que nosotros, si somos creyentes, cuestionamos la presencia de Dios, acusamos a nuestra suerte y la mente no para de divagar y elucubrar en todas las causas del mal que nos acosa.
Nuestro medio de defensa automático: las lágrimas, el desconsuelo y sumergirnos en una pregunta que, dicho sea de paso, se hace la mayoría de los que viven una situación semejante: ¿Por qué a mí?
Independientemente de la situación en la que nos encontremos, esa es la pregunta recurrente: ¿por qué a mí?, para algunos no tiene respuesta y si la tiene probablemente induzca a la culpa, nuestra o de otro y eso enturbia aún más el panorama. Las razones por las que nos toca vivir esas circunstancias son muy variadas, en muchos casos son situaciones fortuitas que desencadenan en estos hechos, en otros casos, nuestro quehacer y actitudes son las causas de su origen.
Con veintitrés (23) años, recién graduada, y sólo sueños dibujados en mi horizonte, con la irreverencia del joven que quiere comerse al mundo; de un día para otro todo eso se desmoronó como piezas de cristal en mis manos, al ser diagnosticada con Lupus eritematoso sistémico. Sumado al desconocimiento y hasta ignorancia en el tema, y la incertidumbre de lo que podía pasar, me asaltó la pregunta automática: ¿Por qué a mí?
Inició el vía crucis de confirmar el diagnóstico, de tomar acciones y generar un plan para ellas, de escuchar y tratar de aceptar lo que te dicen —segundo golpe a mis sueños—, dentro del plan de acción la recomendación médica: Manténgase un año en casa, estabilizando su organismo, cero angustias, y, a pesar de estar recién graduada, no busque empleo.
No he entendido bien lo que me pasa y debo poner todas mis fuerzas en actuar en función de lo que me diga el doctor, y esto se dice fácil, muy fácil, pero cuán difícil es asimilarlo y peor aún cumplirlo. Por otro lado, están los allegados y conocidos, todos opinan, aconsejan, no por mal, todos tratan de ayudar, pero llega un momento en que nos aturdimos de tantas opiniones, tantos consejos... Nuestra mente grita: ¡Alto!, ¡Basta!, ya no podía más.
Al salir de ese letargo, nuestro yo interno comienza a dar sus primeros pasos, comienza el camino de la introspección y aceptación, este es el primer gran paso: ¡ACEPTAR!, seguido de analizar, en caso de que haya alguna razón para lo que nos está sucediendo, identificarlas y aprender de ello.
Mi primera lección médica: ¡Nunca te preguntes ¿por qué a mí?, tardía me llegó la lección, ya lo había hecho, pero a partir de allí dejé de buscarle respuesta a esa pregunta. Inicio un paso a paso a la recuperación, lento pero que, a Dios gracias, pronto empieza a dar frutos y en ella, mi mente fue y es una de mis mejores medicinas.
Llegados a este punto, muchos autores coinciden en que la mente vuelve a ver el horizonte más allá de la neblina, empezamos a actuar para salir del "hueco", dejamos de auto compadecernos y no aceptamos que otro lo haga, valoramos los afectos, amistades y familia que forman parte de este proceso, pero entendiendo que todo está en nosotros, salir de allí depende de mí, de ti.
Hoy en día llamo a la enfermedad: "Mi cable a tierra", sé que se controla más no se cura, he aprendido a vivir con ella, a aceptarla y a tolerarla, a partir de allí tengo calidad de vida; no me ha quitado nada, todo lo contrario, me ha dado. Una enfermedad puede ser el resultado de nuestros malos hábitos, el diagnóstico puede generar el cambio de estos y de allí una mejora invaluable. Aprendí con ella que las situaciones de estrés la despiertan o desencadenan, lo que me hace estar más atenta a las manifestaciones de mi cuerpo, a sus señales, es esa voz del pensador chino Confucio que me dice: "Si tú problema tiene solución no te preocupes y si no lo tiene, por qué te sigues preocupando".

Aprendes a vivir mejor, a aceptar lo que no puedes cambiar, aprender de la experiencia del dolor, que  nos puede hacer más fuertes y sobre todo motivador e inspirador.
Un problema puede sacar lo mejor de nosotros mismos, la fortaleza que no conocíamos fluye desde nuestro interior y nos dice: ¡sí se puede!, y lo que por una razón u otra no se soluciona, con la aceptación lo sobrellevamos y cambiamos el plan, obtenemos paz; aprendemos a valorar el tiempo que tenemos y vivir cada día. VIVIR, con sus letras en mayúscula y detenernos a ver esos pequeños detalles que antes pasaban desapercibidos.
Sea cual sea la situación que nos acontezca aprendamos a aceptar, a entender, a no cuestionar y a partir de allí, tomar acciones, preguntarnos: ¿Qué quiero para mí? ¿Cómo quiero vivir?, seguir soñando realidades, vencer el miedo, dar el salto y simplemente vivir el tiempo que tenemos, el ahora.

Gracias a mi Cable a tierra, que me permite centrarme, no desenfocarme y cuando vuelo de manera desordenada, me hace volver a pisar suelo; demostrándome mi realidad y que esta no está en manos de otros, depende de mi capacidad de ser mejor, también, con ella aprendí que la actitud es fundamental, para afrontar esas situaciones difíciles.
Con la tecnología de Blogger.